Dormir

Consejos para detener el flujo de pensamientos al conciliar el sueño; duerme mucho mejor

Querer dormir y encontrarse mirando al techo por culpa de cavilaciones mentales que llamaban a la puerta. La situación es común pero está lejos de ser irremediable. Hoy te damos consejos para salir de ellos.
jueves, 7 de septiembre de 2023 · 16:58

Ciudad de México.- Estás exhausta, tus párpados están caídos, todo tu cuerpo clama por tu cuota de sueño. Sin embargo, una vez que la cabeza toca la almohada, la mente se inunda de pensamientos parasitarias. ¿Recuerdas este expediente que hay que completar con urgencia, este desacuerdo con un amigo unos días antes, el calendario de vacaciones de verano que hay que revisar... Y por cierto, ¿apagaste el horno? El cerebro está a punto de hervir. Si no se pone freno rápidamente, se corre el riesgo de mantener un círculo vicioso que provoca dificultades para conciliar el sueño y trastornos del sueño y del estado de ánimo que pueden llegar hasta un estado depresivo. Aquí está un plan de acción para solucionarlo.

Cuenta las nubes

Cuando uno toma conciencia de este estado de cavilación, el primer reflejo es querer encontrar el silencio mental más total y expulsar el más mínimo pensamiento. Esta actitud consume mucha energía y tiene poco efecto. En julio de 2020, un estudio científico canadiense  realizado por investigadores de psicología pudo estimar que una persona tiene un promedio de 6200 pensamientos por día. Es imposible bloquearlos a todos y menos aún reducirlos a la nada.

En cambio, se sugiere inspirarse en la práctica meditativa. l considerar estos pensamientos como nubes que nos atraviesan y contra las que no luchamos, esta postura cambia la forma en que sentimos estas cavilaciones y ayuda a tender al abandono, necesario para dormir.

Trabaja en la imaginación

Para calmar una crisis en el niño, generalmente se recomienda desviar su atención. Este consejo también se aplica a las personas que desean desconectar su mente. En principio se basa en un trabajo de visualización muy fácil de montar bajo el edredón: sustituimos el pensamiento que nos molesta por otro más amable con la mente. Imagina un lugar tranquilo y llénalo de objetos, colores, sonidos y olores que te gusten mucho, describe la psicóloga clínica. Este escenario puede ser pensado de antemano, planteado mentalmente o por escrito, y buscará responder a la siguiente pregunta: ¿cuál es la vida de mi sueño?

Respira, de pies a cabeza

Cambiar el ritmo de tu respiración ralentiza el ritmo cardíaco y activa el sistema parasimpático del cuerpo, lo que nos ayuda a reducir el estrés y así desconectar. Para promover este mecanismo, acuéstate y respira profundamente. Visualiza cada miembro de tu cuerpo, de la cabeza a los pies, imaginando que a su vez respiran. También puedes variar el ejercicio asignándoles un colo.

Fuente: Todo para Ellas