¿Quieres bajar de peso? Conoce las ventajas y desventajas que conllevaría el ayuno intermitente

Ciudad de México.- Es posible que, en más de una ocasión, hayas escuchado hablar sobre las maravillas del ayuno intermitente y es que, grandes estrellas como Kim Kardashian, Jennifer Anniston y hasta Elon Musk se han declarado partidarios de esta forma de alimentación. Asimismo, es posible que hayas escuchado a algunos expertos de la salud declarar que, pasar largos periodos sin alimento puede resultar en algo contraproducente, por lo que es natural que te sientas dubitativa con respecto a intentar este tipo de plan. 

Si lo que quieres es salir de dudas de una vez por todas con todo lo relacionado al ayuno intermitente, no te preocupes, porque a continuación encontrarás una serie de ventajas y desventajas que te ayudarán a poner tus ideas en orden; sin embargo, es importante que, pese a la decisión que tomes, vayas acompañada todo el tiempo por la ayuda de un especialista que te oriente a organizar tus horarios y plan alimenticio. 

• ¿Qué es el ayuno intermitente?

Es un patrón alimenticio que consiste en alternar períodos de ingesta de comida con lapsos de ayuno, es decir, de abstención total o parcial de cualquier alimento. No se trata de una dieta que te indique qué comer, sino de una técnica que te diga cuándo hacerlo. El objetivo del ayuno intermitente suele ser reducir la cantidad de calorías que consumes y, así, favorecer la pérdida de peso y la mejora de la salud. Existen diferentes formas de practicar el ayuno intermitente, como el de días alternos, 5:2 o el ayuno diario con tiempo restringido. Cada una tiene sus propias características y ventajas, pero también sus posibles riesgos y desventajas.

• Ventajas del ayuno intermitente

- Pérdida de peso: Puede ayudarte a reducir el exceso de grasa corporal al crear un déficit calórico. Algunos estudios han demostrado que el ayuno intermitente es tan eficaz como una dieta baja en calorías para perder kilos, pero con la ventaja de que no excluye ningún grupo de alimentos ni impone restricciones estrictas. Es capaz de aumentar el metabolismo al estimular la hormona del crecimiento y la noradrenalina, que favorecen la quema de grasa y la preservación de la masa muscular.

- Mejora de la salud metabólica: Tiene varios efectos positivos sobre varios marcadores de salud metabólica, como los niveles de glucosa, insulina, colesterol y triglicéridos en sangre. Al mejorar la sensibilidad a la insulina, el ayuno intermitente puede prevenir o revertir la resistencia a esta sustancia, que es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2. Asimismo, al reducir el colesterol LDL (el llamado colesterol malo) y los triglicéridos, el ayuno intermitente puede proteger contra las enfermedades cardiovasculares.

- Prevención del envejecimiento y las enfermedades degenerativas: Tiene la capacidad de retrasar el proceso de envejecimiento y prevenir o retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad, como el Alzheimer, el Parkinson o el cáncer. Esto se debe a que el ayuno intermitente induce un estado de estrés celular moderado que activa mecanismos de defensa y reparación en las células. Entre estos mecanismos se encuentran la autofagia, que es la eliminación de las células dañadas o defectuosas, y la expresión de genes relacionados con la longevidad y la protección celular.

- Mejora del estado de ánimo y del rendimiento cognitivo: Puede mejorar el estado anímico y nuestra capacidad mental al aumentar la producción de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro). Estas sustancias químicas son responsables de regular el humor, la motivación, el aprendizaje y la memoria. Además, el ayuno intermitente puede reducir la inflamación cerebral, que se ha asociado con trastornos como la depresión, la ansiedad o el deterioro cognitivo.

• Desventajas del ayuno intermitente

- Hambre, fatiga e irritabilidad: Podría provocar efectos secundarios desagradables, especialmente al principio, cuando tu cuerpo se está adaptando al nuevo patrón alimenticio. Entre estos efectos se encuentran el hambre, la fatiga, el insomnio, las náuseas, los dolores de cabeza y la irritabilidad. Estos síntomas suelen desaparecer en un mes, pero pueden afectar a nuestra calidad de vida y a nuestro rendimiento laboral o académico. Para minimizarlos, se recomienda beber mucha agua, infusiones o caldos, y evitar el consumo de alcohol, cafeína o azúcar.

- Trastornos alimentarios y obsesión por la comida: El ayuno intermitente puede ser contraproducente para algunas personas que tienen una relación problemática con la comida o que sufren de trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia. Estas personas pueden caer en conductas extremas, como restringir demasiado las calorías, comer en exceso durante los períodos de ingesta o sentir culpa o ansiedad por los alimentos. Este régimen puede convertirse en una obsesión que interfiera con la vida social y familiar.

- Pérdida de masa muscular y ósea: Puede causar una pérdida de masa muscular y ósea si no se acompaña de una alimentación adecuada y de ejercicio físico. La masa muscular y ósea son tejidos que requieren un aporte constante de nutrientes y estímulos para mantenerse sanos y fuertes. Si el ayuno se prolonga demasiado o se hace de forma muy frecuente, puede provocar una disminución de la síntesis proteica y un aumento de la degradación muscular y ósea. Esto puede tener consecuencias negativas para nuestra salud, como una menor fuerza, resistencia, movilidad y densidad ósea.

- Interacciones con medicamentos y enfermedades: El ayuno intermitente puede interactuar con algunos medicamentos o enfermedades que requieren una ingesta regular de alimentos o un control estricto de los niveles de glucosa o de otras sustancias en sangre. Por ejemplo, las personas que toman anticoagulantes, antihipertensivos, antidiabéticos o insulina deben consultar con su médico antes de iniciar este tipo de alimentación, ya que pueden necesitar ajustar las dosis o los horarios de los fármacos. Asimismo, las personas que padecen diabetes, hipoglucemia, hipotensión, úlcera gástrica, cálculos renales, reflujo gastroesofágico o enfermedades hepáticas o renales deben tener precaución con el ayuno intermitente, ya que puede empeorar sus síntomas o complicaciones.

• Conclusión

El ayuno intermitente no es una solución mágica ni una panacea universal. Es una herramienta más que puede ayudarte a mejorar tu salud si se hace con sentido común, moderación y adaptación a nuestras necesidades individuales. No es adecuado para todo el mundo ni para todas las circunstancias. Por eso, antes de iniciar con este régimen es conveniente informarse bien sobre sus beneficios y riesgos, consultar con un profesional sanitario y escuchar a tu cuerpo.

Fuentes: Todo para ellas