¿Tomaste tus 2 litros de agua? Descubre por qué es importante estar hidratada en esta onda de calor

Ciudad de México.- El golpe de calor es una condición médica grave que puede poner en riesgo la vida de una persona. Se produce cuando la temperatura corporal supera los 40 °C y el organismo no puede regularla adecuadamente. Esto puede ocurrir por una exposición prolongada al sol a altas temperaturas o por realizar un esfuerzo físico intenso en ambientes calurosos, muy húmedos o con poca ventilación.

Los síntomas del golpe de calor pueden incluir confusión, agitación, delirio, convulsiones, coma, piel seca y enrojecida, respiración y pulso acelerados, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y debilidad muscular. Si no se trata a tiempo puede causar daños irreversibles en los órganos vitales e incluso la muerte. Para prevenir dicha condición, es fundamental mantenerse hidratado.

El agua es lo más recomendado para reponer la pérdida de líquidos y sales que se producen por la sudoración. Ayuda a mantener el equilibrio de los fluidos corporales y a regular la temperatura interna. Además, favorece el funcionamiento del corazón, los riñones y el cerebro. Los expertos recomiendan beber entre 2 y 3 litros de agua al día, especialmente en los meses de verano y durante las olas de calor.

Es importante beber antes de sentir sed, ya que este es un signo de deshidratación. También se debe consumir más agua si se realiza alguna actividad física o si se padece alguna enfermedad que aumente el riesgo de sufrir un golpe de calor. Se deben evitar las bebidas azucaradas o alcohólicas, ya que pueden alterar el mecanismo de termorregulación del cuerpo. Asimismo, se deben consumir alimentos ricos en agua y en sales minerales, como frutas, verduras y sopas frías.

Otras medidas para prevenir el golpe de calor son usar ropa ligera y holgada, protegerse del sol con sombrero y crema solar, evitar las horas de más calor para salir o hacer ejercicio, permanecer en lugares frescos y ventilados y estar atento a las personas más vulnerables, como los niños, los ancianos y los enfermos crónicos. En caso de sospechar que alguien está sufriendo un golpe de calor, se debe actuar con rapidez y llamar a los servicios de emergencia.

Mientras tanto, se debe trasladar a la persona a un lugar fresco y sombreado, quitarle la ropa sobrante y aplicarle compresas frías o rociarle agua fresca en la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle. No se debe darle nada de beber si está inconsciente o tiene dificultad para tragar. El golpe de calor es una emergencia médica que puede evitarse con una adecuada hidratación y con unas sencillas medidas de prevención. Tomar agua es vital para mantener la salud y el bienestar en los días de calor extremo.

Fuentes: Tribuna