Meditación: 4 ejercicios para ayudar a tu hijo a concentrarse

Ciudad de México.- La meditación de atención plena desarrolla la atención plena. Centrarse en el momento presente ayuda a calmar la mente. Ahora está comprobado, la meditación activa un área del cerebro que desarrolla la inteligencia emocional y calma de las emociones. El estrés es perjudicial para el aprendizaje y el buen funcionamiento del cerebro. Es por esto que aprender sobre la meditación puede ser una herramienta valiosa para una mejor concentración y aprendizaje. Hoy te compartimos algunos ejercicios para llevar a cabo con un pequeño.

• El escaneo del cuerpo

Haga que su hijo se acueste en la cama. Coloque su mano en diferentes lugares de su cuerpo, desenrollando suavemente la mano. Pídale que se centre en cada área. Invítalo a que preste atención y se pregunte sobre las sensaciones que esto le produce en su cuerpo. Puede comenzar en un pie, luego en el otro, luego en la pantorrilla, y suba lentamente. ¿Por qué es bueno para él? El contacto físico activa la secreción de moléculas de bienestar, en particular la oxitocina, con propiedades calmantes y tranquilizadoras.

• Los diseños en la espalda

Pídale a su hijo que se dibuje uno en la espalda del otro. Dile que empiece con formas simples: letras, números, sol, corazón... ¿Por qué es bueno para él? Estos dibujos provocan sensaciones agradables en la espalda, propicias para el apaciguamiento.

• Caminar consciente

Con su hijo, puede hacer el juego de la estatua invertida. Tome un objeto que haga un sonido relativamente largo. Se invita al niño a caminar o moverse. Cuando el sonido está presente, debe detenerse. Se reanuda cuando el sonido ha desaparecido por completo. Pídale al niño que camine muy despacio, que se concentre en su andar, en el balanceo de su pie. Invítelo a sentir la forma en que se distribuye el peso de su cuerpo en el espacio. ¿Por qué es bueno para él? Este juego moviliza su cuerpo y su atención en el momento presente.

• El viaje sensorial

Inventa un recorrido con diferentes materiales: periódico, plástico de burbujas, tela, etc. Vende los ojos del niño y guíalo, descalzo, por el recorrido. Invítelo a concentrarse en su experiencia. Luego, al final, compartan sus sentimientos juntos. Invítelo a rehacer el recorrido con los ojos abiertos. ¿Por qué es bueno para él? Hablar de tu experiencia al final del juego ayuda a trabajar la concentración.

Fuente: Todo para Ellas