Vas de viaje y llevas una almohada cervical; te contamos si es segura

Ciudad de México.- Comodidad, calidez, apoyo... Las almohadas de viaje lo tienen todo para gustarnos, pero ¿son realmente seguras para nuestro cuello? Esa es una pregunta que deberías plantearte si en tu itinerario figuran muchos viajes largos que significan tensiones y dolores en todo el cuerpo.

Para intentar minimizar los daños durante un viaje en tren, automóvil o avión, el cojín de viaje se presenta como la mejor opción. Los hay de todos los tipos, desde inflables, rígidos, con microesferas y hechos con espuma viscoelástica, cada uno se adapta a las necesidades de acuerdo a la persona. 

No es de extrañar que los profesionales coincidan en la sugerencia de llevar un cojín cuando se viaja. Permite que la cabeza esté bien sujeta durante el traslado. Cuando se empieza a "cabecear", se desequilibra la zona cervical de la nuca. Si no se controla adecuadamente, esta relajación muscular puede provocar espasmos. A largo plazo, esto puede provocar problemas más incapacitantes, como tortícolis, migrañas o vértigo.

Hay una serie de criterios que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un cojín. Lo más importante es la comodidad. Desde muy firmes hasta extra suaves, cada uno tendrá sus propias preferencias. Sin embargo, ten cuidado de no elegir uno demasiado apretado. Un exceso de compresión puede bloquear la circulación sanguínea.

Para los amantes de las mochilas, lo mejor es optar por un cojín inflable, que ocupa un espacio mínimo. En cambio, para un viaje de larga duración, la mejor solución es el cojín de memory foam. Se ajusta lo mejor posible a la anatomía de la persona y proporciona una sensación de calor para evitar las frecuentes corrientes de aire. En el tren o el autobús, los viajeros apreciarán la almohada circular en forma de dona, que sirve para apoyar la cabeza hacia atrás, pero también para aliviar las nalgas en un asiento incómodo.

Fuente: Todo para Ellas