¿Con ganas de una siesta? Así debes realizarla para que sea reparadora

Ciudad de México.- La siesta es un arte que debe practicarse según algunas reglas si se busca que sea beneficiosa y no perturbe la noche. Todo el mundo necesita un determinado número de horas de sueño al día. Así, si duermes tres horas un sábado por la tarde cuando has dormido bien la noche anterior, corres el riesgo de alterar tu ritmo y tener dificultades para conciliar el sueño, o incluso despertarte por la noche o sufrir insomnio. 

Tipos de siestas:

-Micro: Una siesta de menos de media hora no afecta al ritmo del sueño y, por tanto, no repercute en la calidad de la noche. Dormir de 10 a 30 minutos durante el día es especialmente adecuado cuando se ha tenido un día intenso y estresante en el trabajo. Restablece la energía y reduce el estrés. 

-Largas: Permiten liberar la presión y relajarse. Pueden durar entre una hora y una hora y media, es decir, el tiempo de un ciclo completo. Si no estás especialmente cansada, es mejor evitar dormir más de la cuenta, ya que corres el riesgo de despertarte aún más exhausta. Se trata más de una siesta de fin de semana o de vacaciones que de un ritual diario. 

¿Dónde y cómo?

Sea cual sea la duración de la siesta, la regla de oro es no ponerse en las mismas condiciones que cuando se acuesta por la noche. No hay que dormir en completa obscuridad o se corre el riesgo de engañar al cuerpo haciéndole creer que es de noche. Entonces, se sugiere hacerse en el sillón. 

¿A qué hora?

Tradicionalmente, se hace justo después de la comida, es decir, al inicio de la digestión. Si se ha hecho una comida razonable y equilibrada, se puede permitir perfectamente una siesta después de la comida. Por otro lado, si se han ingerido muchos alimentos ricos en grasa, azúcar y alcohol, es mejor evitarla.

Fuente: Todo para Ellas