¿Eres víctima del síndrome del impostor? Así es como puedes superarlo

Ciudad de México.- ¡Alguna vez has sentido que no perteneces? Como si estuvieras engañando a tu entorno, como si no merecieras tus éxitos. ¿Alguna vez te has dicho a ti misma "Apesto, cómo pueden verme como una buena persona?"

¿Qué es y de dónde viene?

Es un sentimiento de impostura, más precisamente un sentimiento de ilegitimidad, ¡como si no fuéramos suficientes esto o aquello, para merecer nuestro lugar! Este sentimiento asociado a los miedos: a no ser lo suficientemente bueno, a ser desenmascarado o incluso al miedo al fracaso o al juicio, puede darse en todos los ámbitos de tu vida. En la vida personal, con amigos, cónyuge o durante la vida profesional. Tantos miedos y angustias, suscitados por pensamientos denigrantes sobre uno mismo que llevan a la persona a adoptar comportamientos nocivos.

Este fenómeno del impostor fue identificado por dos psicólogas clínicas estadounidenses en 1978.  Según el Journal of Behavioral Science, el 70 por ciento de la población mundial ha experimentado este síndrome al menos una vez en su vida. Así que sentir este síndrome no te convierte en anormal o incompetente, todo lo contrario. Muchos son los que lo sienten y están dotados de verdaderos talentos. La otra buena noticia es que se trata más de un trastorno emocional que de un trastorno psiquiátrico.

¿El común denominador?

Como ya habrán comprendido, el denominador común es la devaluación permanente. La raíz de este trastorno viene de la autoestima, de la representación de la persona que nos gustaría ser. Es un juicio de valor sobre uno mismo. Un nivel demasiado alto de autoexigencia que conduce al estrés y la ansiedad.

¿Cómo podemos abordar esto y adoptar una mayor sensación de seguridad interior?

• Toma conciencia de ello.

Ser consciente de este fenómeno y saber que existe permite reducir sus efectos. Para ello, puede ser necesario ir más allá y autoevaluarse según la escala de Clance. Un test de 20 preguntas que te permitirán situarte. 

• Acéptalo y entiéndelo.

Cuanto más lo observes, más lo analizarás desde todos estos ángulos y más fácil te resultará comprender cómo interfiere en tu vida, el lugar que ocupa y de qué forma. ¿Es sobrecompensación, dudas, sesgo de atribución, altos estándares o minimización de sus logros o algo más?

• Desarrolla tu objetividad.

¿Qué pasaría si miraras la realidad a la cara? ¿Qué tal retomar la responsabilidad de tu éxito? ¿Cuáles han sido tus éxitos? ¿tienes pruebas? ¿Retroalimentación objetiva, retroalimentación de sus seres queridos, sus gerentes, sus compañeros o sus clientes? ¿Por qué la gente acude a ti y por qué? Y entonces, ¿qué te falta para sentirte legítimo?

• Experimento, el "¡Simplemente hazlo!".

Según la forma de tu síndrome, ya sea profesional o personal, es necesario dar el paso, pasar a la acción, salir de tu zona de confort tantas veces como sea posible. ¡La única forma de demostrarte a ti mismo que puedes hacerlo!

Comienza con pequeñas acciones, pequeños desafíos. Atrévete. Para eso, puede ser necesario partir del famoso "finge hasta que lo consigas". No te hará incompetente. Cuanto más hagas, menos tendrás miedo. Prueba en esta dirección, actúa primero midiendo el riesgo, luego piensa en cómo hacerlo mejor las próximas veces. 

Fuente: Todo para Ellas