'Fauxpology': ¿Cómo reconocer una disculpa fingida?

Ciudad de México.- Mucho se habla acerca de las disculpas y de los beneficios que tiene practicarlas. En este contexto, han surgido las disculpas falsas, carentes de emoción real y arrepentimiento.

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Para que una disculpa sea sincera debe contar con cuatro elementos. El primero es asumir la responsabilidad; el segundo, una explicación de lo que sucedió -sin excusarse-; el tercero, una expresión de arrepentimiento y, finalmente, un ofrecimiento de compensación -puede ser, por ejemplo, prometer que no se cometerá el mismo error en el futuro-.

Al género de disculpas fingidas se le conoce como fauxpology. De acuerdo con la doctora Victoria Escandell Vidal, Catedrática de Lingüística General en la Universidad Complutense de Madrid, y experta en pragmática y análisis del discurso, esta estrategia sirven para "quitarse de encima la responsabilidad de haber hecho algo mal".

El admitir la culpa era tradicionalmente un ingrediente necesario de la dis-culpa. Con estos sucedáneos de disculpa, en cambio, las personas simplemente expresan un sentimiento (que la mayor parte de las veces ni siquiera es sincero), pero nada más: no asumen su error ante los demás, ni aceptan las consecuencias que de ello se derivan. Las fauxpologies incluso trasladan de alguna manera la responsabilidad al otro (es decir, a la persona que debería recibir la disculpa) por haber tenido la reacción negativa que ha tenido, insinuando que tal vez es excesiva".

Una de las fórmulas que se emplean para disculparse de esta manera es la oración condicional, verbigracia: "Pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido". También se usa la voz pasiva, tal como: "Se está trabajando en buscar soluciones". Una tercera consiste en presentar a un público hipotético, de modo que se borra por completo a la persona que fue ofendida, es decir: "a quienes se hayan podido sentir molestos, les digo que lo siento".