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¿La tienes? Estos son los motivos detrás de la crisis de los 25 años

¿Ya sabes a qué se refiere la crisis de los 25? Nosotras te lo contramos todo
jueves, 17 de noviembre de 2022 · 17:51

Ciudad de México.- Al amanecer de nuestro 25 cumpleaños nada parece sólido bajo nuestros pies. Dudamos, nos estresamos, nos preguntamos si hicimos bien la elección, lo cuestionamos todo. En definitiva, estamos en crisis y eso es normal. Aunque es poco considerada, la crisis de los 25 años es real. Afortunadamente, no es inevitable

La crisis de los 25 años: ¿Qué es?

Si tuviéramos que resumir en pocas palabras la crisis de 25 años, diríamos simplemente que fue el período de transición entre la vida estudiantil y la vida laboral. ¿Por qué 25 años? Porque esa suele ser la edad en la que terminas todos los asuntos escolares. A algunos les provoca angustia y no es difícil entender por qué: las responsabilidades, la presión de la sociedad, el miedo a equivocarse, a no acertar... todo esto es un verdadero cóctel Molotov a la espera de explotar. Para muchos profesionales de la salud mental, la crisis de los 25 es una etapa natural, porque nos permite tomar conciencia de los retos que nos esperan.

A lo largo de nuestra vida, construimos sueños de infancia. ¿Quién no ha imaginado estar casada a los 28 o ser millonaria a los 30? Pero, a medida que nos hacemos mayores, acabamos, poco a poco, acercándonos a esas edades clave que habíamos idealizado en nuestra juventud . Al acercarse a los treinta, es a menudo en este momento cuando nos sentimos tentados a hacer un balance y reevaluar nuestras expectativas con respecto al futuro. Nos damos cuenta de lo que es alcanzable o no y establecemos nuevos objetivos, más racionales y más cercanos a la realidad. Este período de transición y cuestionamiento puede ser violento porque a menudo marca la desaparición de las fantasías infantiles en favor de deseos más cercanos a la realidad . 

En resumen, esta crisis de 25 años es una gran venta de garaje que nos permite sacar cosas (sueños) viejas, deshacernos de lo que atasca nuestra mente y nos impide avanzar. Al hacer balance, nos permitimos el lujo de comenzar a construir nuevos deseos sobre nuevos cimientos . Esta base, más sólida que la anterior, es el mejor trampolín que tenemos para avanzar en la dirección que queremos y alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto.

Fuente: Todo para Ellas