Estilo de apego evitativo: ¿Qué es este trastorno que puede perjudicar a una pareja?

Ciudad de México.- En una pareja, no todos demuestran su amor de la misma manera . Si algunos no tienen problemas para expresar sus emociones y demostrar sentimientos, otros pueden sentir involuntariamente mucho más temor ante la idea de demostrar. Este es particularmente el caso de las personas que tienen un estilo de apego que se describe como "evitativo". Concepto psicológico teorizado en 1985. Se deriva de conductas y patrones heredados desde la infancia y que pueden resultar perjudiciales en el contexto de una relación romántica .

El estilo de apego evitativo se caracteriza por una gran desconfianza hacia los demás, lo que le impide invertir plenamente en una pareja y en cualquier otro tipo de relación. Por miedo al sufrimiento, las personas afectadas por este trastorno se inhiben hasta que parecen emocionalmente no disponibles o incluso insensibles. Rápidamente se sienten asfixiados por la intimidad de una relación y buscan en lo posible evitar el contacto físico y los momentos de cariño con su pareja. Resultado: sus relaciones con los demás solo pueden ser enfermizas y son los primeros en sufrir esta pobre vida emocional.

• Estilo de apego evitativo: ¿Cómo afrontarlo?

De hecho, en el origen de este trastorno existe un malestar que puede ser causado por varias experiencias traumáticas del pasado. Al elegir no hacerse vulnerables, las personas evitativas se protegen de las heridas arraigadas en su historia personal. Para lidiar con esto, primero es necesario identificar el estilo de apego y la forma en que impacta tu vida y tus relaciones humanas. La mejor manera de observar cambios positivos será acudir a terapia para deshacerse de los traumas.

• ¿Cómo se genera el apego evitativo?

Los niños que han desarrollado un apego evitativo tienen padres que tienden a no estar disponibles o incluso ser hostiles cuando los pequeños expresan sus necesidades, especialmente cuando están enfermos o angustiados. Estos padres rechazan cualquier intento por parte del niño de activar su sistema de apego, que incluye el llanto, las peticiones, la necesidad de consuelo, etc. Así, dado que estos niños tienen la dolorosa experiencia de sentirse rechazados, ignorados o castigados cuando expresan una necesidad, aprenden muy temprano a silenciar cualquier forma de petición. En otras palabras, desactivan su sistema de apego, lo que les permite mantener la máxima cercanía con su progenitor.

Ejemplo: "Si no expreso una necesidad y demuestro que puedo arreglármelas solo, mis padres no me rechazarán. Podré mantener tanto contacto con él como sea posible". Por consiguiente, estos infantes fomentan y valoran más rápido acceso a la autonomía e independencia. 

Fuente: Todo para Ellas