Bebé

Cuidado: Estas señales demostrarían que estás estimulando de más a tu bebé

Cuando un bebé está expuesto a demasiados estímulos, se le llama sobreestimulación infantil. Esto último puede tener consecuencias perjudiciales para su desarrollo
miércoles, 17 de enero de 2024 · 10:25

Ciudad de México.- Si bien es importante estimular a tu bebé, ¡ten cuidado con la sobreestimulación! Este fenómeno ocurre cuando el bebé está sometido a una exposición excesiva a información sensorial. Por ejemplo, con juguetes ruidosos o estimulación visual demasiado intensa. La sobreestimulación infantil puede provocar irritabilidad en el bebé, pero también tener consecuencias negativas en su capacidad de concentración. El desarrollo emocional y cognitivo del bebé también puede verse afectado.

A largo plazo, esto se traduce en problemas de atención dificultad para gestionar las emociones. Por eso es muy importante que el bebé se desarrolle en un ambiente tranquilo. Pero como el bebé aún debe ser estimulado, no siempre es fácil diferenciar la estimulación de la sobreestimulación. De hecho, una estimulación moderada, gracias al interés suscitado, ayuda al niño a concentrarse. Por el contrario, la sobreestimulación provocará estrés y fatiga en el bebé. Afortunadamente, existen algunas señales sutiles que indican si su bebé está sobreestimulado.

El momento más favorable para jugar con el bebé es cuando se despierta espontáneamente y antes de la comida. Signos como irritabilidad, aumento de la fatiga o disminución del rendimiento pueden indicar una sobreestimulación. Es crucial identificar los límites individuales para mantener un equilibrio saludable entre estimulación y descanso, promoviendo así el bienestar físico y mental.

Un bebé sobreestimulado muestra signos de hartazgo. Esto puede provocar una mirada furtiva, un signo de fatiga ocular. En cuanto a la irritabilidad, se traduce en llantos frecuentes y dificultad para consolar al niño. Y si el bebé está sobreestimulado, es probable que muestre inquietud constante y excitación incontrolada. En este caso, el bebé tiene dificultades para mantener la calma, su sueño es inquieto y no se duerme rápidamente. Además, el bebé puede hacer muecas y gestos involuntarios que reflejan una sobreexposición a los estímulos. Finalmente, puede negarse a comer si está demasiado distraído o agitado.

Fuente: Todo para Ellas