Pasta de dientes para bebés; conoce cuáles son las sustancias a evitar para no ponerlos en riesgo

Ciudad de México.- Los primeros dientes del bebé deben cepillarse tan pronto como aparezcan con un dentífrico y un cepillo de dientes adecuados. Este debe estar diseñado para cepillarse los dientes de leche y las bocas pequeñas. Además, cuando el bebé crece y es capaz de coger el cepillo de dientes entre las manos, es necesario elegir un modelo ergonómico, fácil de agarrar y sin riesgos.

Si la elección del cepillo de dientes es importante, la de la pasta de dientes lo es aún más. Para los primeros dientes, no hace falta usarlo, un poco de agua es suficiente. Luego, a partir de los seis meses, es importante elegir un dentífrico adaptado a la edad del bebé y mirar bien las etiquetas porque ciertas sustancias están prohibidas.

Sustancias a evitar en la pasta de dientes para bebés:

• Triclosán.
• Dióxido de titanio.
• Tintes.
• Cocamidopropil betaína.
• Lauril sulfato de sodio o laureth sulfato de sodio.
• Polietilenglicol (PEG).
• Parabenos.

El triclosán lleva mucho tiempo en el punto de mira de las autoridades sanitarias, pero aún se encuentra en algunos cosméticos. Se sospecha que este conservante es un disruptor endocrino, es decir, que interfiere en el buen funcionamiento de las hormonas. Este producto también reduciría la eficacia de los antibióticos. Se sospecha que el dióxido de titanio es cancerígeno.

Presta atención a la dosis correcta de flúor:

• Bajo riesgo de caries: el dentífrico debe contener mil ppm desde los seis meses hasta los seis años, mil a mil 450 ppm desde los seis años hasta la edad adulta.
• Alto riesgo de caries: mil ppm de seis meses a tres años, mil 450 ppm de tres a 10 años, 2 mil 500 ppm de 10 a 16 años, 5000 ppm a partir de 16 años. Su dentista puede decirte si su hijo tiene más o menos riesgo de tener caries.

La llegada de los primeros dientes puede dar lugar a ciertas dolencias: fiebre, heces blandas, pérdida de apetito, salivación importante. La dentición también puede causar pequeños problemas digestivos e intestinales, enrojecimiento en las mejillas, a veces incluso pequeños quistes azulados en las encías. Pero ojo: la llegada del primer diente de leche no debe explicar todas las llagas y molestias y no debes dudar en consultar a tu pediatra en caso, por ejemplo, de fiebre superior a 38 o 38.5° C, y que duraría varios días.

Fuente: Todo para Ellas