Niños

La mentira compulsiva en los niños: Estos son los signos que deben alertar a los padres

¿Los niños siempre dicen la verdad? No necesariamente. De hecho, es bastante común que un niño mienta. Sin embargo, ¿Cuándo entra esto en el trastorno psicológico?
lunes, 3 de abril de 2023 · 15:57

Ciudad de México.- Mentir es una parte integral de la vida de los niños. En esta etapa de la existencia, la imaginación se desborda, la mente es idealista, el niño es soñador y no del todo anclado en la realidad: la embellece a su antojo para que sea más fácil de aceptar o admirar. Además de esta imaginación sin límites , los niños pequeños tienen multitud de motivos que les llevan a mentir, sin que ello sea necesariamente perjudicial. Los psiquiatras infantiles explican que todas estas razones se agrupan en tres motivos principales: mentir por placer, mentir por manipulación (sobre todo con fines de evasión) y mentir por narcisismo (con fines de compensación).

Así, los niños pequeños primero mentirán por diversión, para servir a su imaginación sin límites y verbalizar sus caprichos, fantasías y sueños. Los niños también pueden mentir para salirse con la suya, evitar que los atrapen y escapar de ciertas situaciones que podrían derivar en un castigo: cuando rompen un objeto preciado para sus padres, por ejemplo. Continuando con este patrón, los niños usan mentiras para obtener lo que quieren. Finalmente, pueden recurrir a la mentira para ser admirados, valorados, para hacerse más interesantes a los ojos de sus compañeros, de sus padres y de la sociedad.

Si tu hijo te miente por estos motivos, no te alarmes. Mentir está bien siempre y cuando no hiera. Pero, ¿cuándo deberíamos considerar estas pequeñas mentiras graves como un peligroso trastorno psicológico? La respuesta es que cuando miente más allá de los seis años, puede revelar una mitomanía latente.

Los niños menores de seis años no pueden distinguir con precisión entre fantasía y realidad. Entonces, en esta etapa particular de sus vidas, la imaginación a menudo tiene prioridad sobre la verdad. La mentira no es voluntaria, ni consciente. Los propios niños pequeños creen que lo que dicen es verdad. Es por ello que si tu hijo miente y tiene menos de seis años, no necesariamente debes preocuparte por ello: no lo está haciendo a propósito.

Por el contrario, si miente con frecuencia una vez pasados los seis años, es hora de hacer preguntas. En efecto, gracias a las tareas cerebrales impuestas por la escuela, se desarrolla su pensamiento lógico, se despierta su conciencia moral. Entonces confunde menos la ficción con la realidad. Más allá de esta edad, las mentiras se vuelven voluntarias. Los psiquiatras infantiles explican que a los siete años, el cerebro y las habilidades lógicas del niño están lo suficientemente desarrollados como para permitir la mentira consciente.

Es más el hecho de mentir todo el tiempo y sin motivo alguno lo que es indicativo de un trastorno psicológico. En efecto, la simple mentira se transforma en mitomanía infantil cuando el niño de más de seis años miente sistemáticamente, para todo y para cualquier cosa, sin que haya necesidad de ocultar u obtener nada.

Para comprender mejor el matiz entre la mentira "normal" y la mentira "grave": 

- El niño rompe un objeto y miente para evitar problemas = mentira normal.
- El niño no rompe nada pero mentirte de todos modos = mentira grave.

Fuente: Todo para Ellas