No los tires: Por este motivo es importante guardar los dientes de leche de tu hijo

Ciudad de México.- Los dientes de leche aparecen en la boca de los niños pequeños alrededor de los seis meses. ¡Y no sin dolor! Se caen unos años más tarde para dar paso a los dientes permanentes y generalmente se reemplazan alrededor de los siete años.

¿Por qué son importantes?

• El crecimiento de las mandíbulas.

Los dientes de leche son esenciales para el crecimiento de la mandíbula. Sin ellos, los maxilares no podrían desarrollarse adecuadamente y su estrechez podría generar problemas de apiñamiento: los dientes permanentes no tendrían suficiente espacio para crecer.

• El desarrollo de las articulaciones.

Los movimientos de masticación más complejos involucrados en los dientes de leche permiten el desarrollo de las articulaciones de la mandíbula. Por eso es importante adaptar las comidas del bebé a medida que avanza la dentición y ofrecerle alimentos cada vez más sólidos.

¿Por qué no tirarlos? De hecho, estos son mucho más útiles de lo que solemos pensar. Y definitivamente su lugar no está en el fondo de un bote de basura. Los dientes de leche en realidad contienen una multitud de células madre. Se pueden usar para desarrollar tejidos de reemplazo y así tratar muchas enfermedades. Incluso mortales.

Las células madre contenidas en los dientes de leche, por ejemplo, probablemente se utilicen para tratar cánceres, como la leucemia que afecta a la sangre. Otros investigadores también sugieren que los dientes de leche podrían usarse para tratar otras patologías como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la diabetes.

Como habrás comprendido, el simple hecho de conservar los dientes de leche podría algún día hacer posible el tratamiento de una enfermedad que ha desarrollado un hijo o un ser querido. ¡Y esto, incluso muchos años después! El problema es que no basta con mantener los dientes de leche de tu hijo en el fondo de un cajón para que se conserven correctamente. Es necesario un proceso costoso para almacenar la pulpa dental en las mejores condiciones y así proteger las células madre.

Fuente: Todo para Ellas