Familia
¿Cómo enseñarle a un niño a relacionarse de manera positiva con su imagen corporal?
Toma nota de los tres consejos que hoy te proponemos para guiar a tu hijo hacia una relación saludable con su imagen corporalCiudad de México.- Cuando te conviertes en madre, vienen nuevas responsabilidades, todos lo sabemos. Muchas responsabilidades de tipo organizacional, como asegurarse de que coman tres comidas al día, tengan ropa limpia todos los días, operen en un entorno seguro y apropiado para su edad, etc.
Pero más allá de las tareas diarias básicas, también somos responsables de brindarles el mejor apoyo posible para que se conviertan en adultos felices, seguros y realizados. Hablo, entre otras cosas, de darles los mensajes adecuados para que los jóvenes desarrollen una imagen corporal saludable.
Desde temprana edad, debemos acompañarlos de manera benévola para que aprendan nociones emocionales y afectivas y es a veces este extremo el que resulta más difícil para algunos padres. Hay que estar bien equipado como adulto para poder comprender a fondo el impacto que nuestras palabras y nuestras acciones pueden tener como consecuencia en nuestros pequeños a largo plazo.
¿Cómo se aseguran los padres de que nuestros hijos tengan una relación saludable con sus cuerpos?
1. Evita hacer comentarios sobre el peso.
Ya sea tuyo, de tu hijo o de cualquier otra persona. La razón es simple: este tipo de comentarios le sugieren a tu hijo que el peso es importante y que debe preocuparse por él. Más aún, también puede darles la impresión de que tiene expectativas de ellos con respecto a su peso y apariencia física.
Esta recomendación se divide en varias otras:
- No te peses delante de tu hijo.
- No mires las calorías de un alimento frente a él.
Tenga en cuenta que su hijo estará expuesto a modelos de belleza delgados, anuncios de pérdida de peso, discusiones sobre peso, complexión, etc., a lo largo de su vida. ¡Así que asegurémonos de que evolucione en un hogar que, al menos, no valore estos atributos! Enséñale, en cambio, a cuidar su salud y su cuerpo porque estos son los más preciados, no por razones estéticas.
2. Valora a tu hijo para que ES.
Muchos padres elogian la apariencia física de sus hijos en un esfuerzo por ayudarlos a sentirse bien consigo mismos. A pesar de tus buenas intenciones, esto le enseña al niño que la apariencia física es muy importante, que es una cualidad importante en una relación (ya que pareces apreciarlo particularmente).
En su lugar, anímalo a descubrir y apreciar de lo que es capaz su cuerpo. Por ejemplo: ¡Has visto lo bien que ha sanado tu llaga? ¡Es extraordinario lo que tu cuerpo puede hacer!".
Luego, asegúrese de valorar quién ES su hijo, no cómo se ve. Aquí hay unos ejemplos:
- "Amo tu imaginación".
- "Siempre me haces reír con tus chistes".
- "Me encanta escuchar sus historias".
3. Ayuda a su hijo a desarrollar una visión crítica de los modelos de belleza de la sociedad.
Debido a que tu hijo está creciendo en una sociedad que en ocasiones puede ser hostil al correcto desarrollo de su imagen corporal , es importante ayudarlo a desarrollar su ojo crítico. Esta habilidad actuará como una especie de escudo. Puedes, por ejemplo, señalarle que ciertas siluetas en sus libros no son realistas y no existen en la vida real.