berrinche
¿Tu hijo es muy caprichoso? ¡Aquí tienes 2 técnicas para gestionar cualquier berrinche!
Hoy enumeramos las soluciones disponibles para que los padres aprendan a lidiar con las rabietas de un niño. Esperamos que te sean de utilidadCiudad de México.- Manejar la frustración de un niño muy pequeño no siempre es fácil. Ante peticiones y prohibiciones, sucede que nuestros niños pequeños –que se familiarizan con el 'no' desde el año– se encierran en una postura de oposición: llantos, lágrimas... algunos padres pueden entonces experimentar todos los problemas en el mundo para apaciguarlos.
El pasado mes de febrero, un estudio científico puso de relieve que nuestros querubines empezaban a tener rabietas a partir de los siete años, pero que estos arrebatos de ira tendían a intensificarse (para 'instalarse de forma más permanente) a los ocho años. Hoy te queremos compartir una serie de técnicas destinadas a calmar las crisis (e interrumpir los berrinches) de tus hijos... Te invitamos a descubrir dos de ellas.
- ¿Cómo reaccionar ante un niño haciendo rabietas?
En este artículo se recuerda en primer lugar que el uso de juegos puede ser una solución eficaz para calmar a un niño enfadado. Además, no ceder a un capricho no te convertirá en un 'mal' padre. Por último, es importante explicarle siempre a tu pequeño por qué te niegas a cumplir una de sus peticiones.
Al igual que nosotros, los niños experimentan en ocasiones grandes dificultades a la hora de contener las emociones (positivas y negativas) que les atraviesan. En el artículo se destaca el interés por el juego ante una situación de este tipo: puedes ofrecerle a tu pequeño un accesorio que le sirva de salida. Ya sea un cojín o un peluche, puede golpear sobre él como si fuera un saco de boxeo para liberar su exceso de energía.
Otro consejo es invitar a nuestro hijo a dibujar, en una hoja de papel, lo que considere un capricho. Luego, puedes preguntarle por qué eligió representar tal o cual objeto. Para motivarlo, no dudes en dar el ejemplo: cuéntale alguna crisis que hayas vivido cuando eras niño o niña (dibujando, por ejemplo, la atracción en la que no te pudiste subir o ese peluche en la forma de una oveja que tanto deseabas, pero que nunca te compraron). Antes de contarle lo que sentiste en ese momento y la experiencia que aprendiste con ello.
Fuente: Todo para Ellas