¿Fumas? Es posible que tus hijos también lo hagan al crecer; conoce por qué

Ciudad de México.- Seguramente alguna vez has escuchado a alguien decir que para que tus hijos sean lo que tu esperas se debe de predicar con el ejemplo y el tabaquismo sería la gran prueba de esto, puesto que se ha comprobado en un estudio reciente que la descendencia de personas que fuman con frecuencia tiene hasta 55 por ciento más probabilidad de fumar cualquier tipo de cigarros, desde los tradicionales hasta los electrónicos que se han puesto de moda en los últimos años.

De acuerdo con una investigación presentada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea, este índice se da cuando llegan a etapas cruciales de la vida como la adolescencia en la cual comienzan a tener más curiosidad por probar hábitos que ven con frecuencia, por lo que si los padres fuman frente a ellos es probable que no tarden en probar el tabaco, lo cual también incrementa si tiene amigos que de igual lo hacen de manera frecuente.

Según los investigadores los hombres son el público que con más facilidad puede caer ante la incitación del cigarro, sobre todo si es una actividad que ve todos los días en los ambientes en los que se desarrollan como puede ser en el hogar, la escuela y sobre todo en sus círculos sociales.

En este sentido, sería importante evitar fumar frente a los hijos, pero no solo para evitar que en el futuro desarrollen esta adicción, sino que también porque exponerlos al humo del cigarro puede ser contraproducente para su salud, sobre todo si es desde edades tempranas ya que tendrían más probabilidad de desarrollar enfermedades como complicaciones cardiovasculares, problemas respiratorios, diferentes tipos de cáncer de pulmón, entre muchos otros padecimientos que pueden afectar la calidad de vida.

Además de evitar fumar es importante intentar dejarlo, pues esto no solo ayudará a salvaguardar la calidad de vida de los hijos, sino que también la tuya, puedes probar con algunos tratamientos como terapias de comportamiento, realizar actividad física, probar técnicas de relajación, entre muchas otras cosas que pueden ser un gran paso cada día para dejar este hábito que lentamente afecta a todos tus órganos.

Fuente: Todo para ellas