Técnica del semáforo para enseñar a los niños a regular sus emociones

Ciudad de México.- Gestionar las emociones no es tarea fácil. Para conseguirlo han surgido distintas técnicas, una de ellas es la del semáforo. Ésta se vuelve especialmente útil para controlar rabietas. El objetivo de este método es que los niños aprendan a reconocer lo que sienten, así como a aceptarlo para poder manejarlo. En este sentido, los pequeños sabrán qué es lo que les dicen los sentimiento y qué pueden hacer al respecto. 

Es importante tener claro que lo menos aconsejable es intentar esquivar las emociones, puesto que en realidad no es posible eliminarlas. La consecuencia es postergar la expresión para otro momento. Por ejemplo: alguien reprime la sensación de enojo porque no quiere lidiar con ella, no obstante, tarde o temprano ésta buscará la forma y momento de salir, incluso aunque no sea el adecuado. Al contrario, hay que percibir las emociones como amigas que traen un mensaje. 

¿Cómo aplicar el semáforo?

El primer paso es bastante ilustrativo. Consiste en imprimir, dibujar o recortar de alguna revista la imagen de un semáforo. A continuación, habrá que explicarle que el color verde significa que la acción de una persona es aprobada, el amarillo indica que la conducta genera alerta y por tanto es necesario que "vaya frenando", por último, el color rojo es una señal de alto que implica interrumpir el comportamiento. 

Por ejemplo, si detectas que tu hijo está a punto de iniciar una pelea con su hermano, puedes decir amarillo y tocarlo con el dedo. Desde luego, habrá ocasiones en las que no funcione y en este sentido habrá que reestablecer la calma y guiar al niño para que reflexione en torno a su comportamiento. Puedes plantearle las siguientes preguntas: "¿Qué fue lo que te hizo romper el juguete?", "¿Ves las consecuencias de haber actuado de esta manera?". Todo esto le ayudará a formar vínculos de calidad, a tener control sobre sus impulsos y a ser más hábil socialmente. 

Fuente: Todo para Ellas