¿Irán de vacaciones? A esta edad debes enseñarles a nada y cómo debes comenzar 

Ciudad de México.-  Una de las habilidades más importantes y necesarias es la natación, pues de esta manera no solo se puede pasar un divertido momento en el agua, sino que además es la mejor manera de prevenir ahogamientos, los cuales pueden suceder de manera muy rápida ya que los accidentes en el agua ocurren sin que te percates, por lo que es importante que les enseñes a tus hijos a nadar cuando llegue el momento adecuado

Muchos padres únicamente se preocupan por enseñarles a nadar a los hijos cuando irán de vacaciones, sin embargo, existe una edad en la que el cuerpo está listo para desarrollar esta habilidad de manera mucho más eficaz, por lo que no hay que adelantarse al proceso evolutivo del cuerpo, pues en caso de comenzar antes es posible que los pequeños aún no estén preparados para estar por su cuenta en el agua.

En este sentido, según la Academia Americana de Pediatría, la edad perfecta para que los niños aprendan a nadar es entre el primer año de vida y los cuatro años, ya que es justo en este momento en el que los pequeños pueden enfrentarse al agua con un menor miedo, pues tienen más perseverancia y optimismo, además es justo en estas etapas en la que el aprendizaje es algo natural, por lo que en realidad no hay mejor momento para que comiencen a nadar.

Aunque existe la posibilidad de enseñarles a nadar desde antes lo ideal es evitar la natación antes de que cumplan el año, ya que no existe evidencia científica que compruebe que los pequeños puedan adquirir algún conocimiento, pues sus movimientos son únicamente reflejos, así que en realidad no aprenden a desarrollar las capacidades básicas para cuestiones como flotar, pero lo que sí se puede hacer cuando son aún muy pequeños es familiarizarlos con el agua, para que se sientan cómodos en ella y esto ayude más adelante.

Para enseñarle a nada puedes optar por clases de natación, aunque también lo puedes hacerlo tú, lo primero que debes hacer es acompañarlo al agua y llevarle en brazos para que tenga seguridad de que nada le ocurrirá, posteriormente debes mostrarles cómo mover los brazos y el agua para mantenerse a flote, pues este sería el primer paso para que comience a trasladarse por su cuenta sin sentir miedo a ahogarse ya que todo depende de cómo se mueva.

Es importante que realicen ejercicios de respiración fuera y dentro del agua para que puedan saber lo que deben hacer cuando el agua es demasiado profunda, lo cual es ideal practicar en albercas hondas en las que pueda nadar distancias cortas mientras estás junto a él o ella para auxiliarlo por si existe algún tipo de problema, además es importante que no te separes nunca de ellos, sobre todo si aún son demasiados pequeños para hablarte en caso de estén en peligro.

Lo más importante es la paciencia, pues de nada sirve que este proceso lo quieras hacer de manera rápida, es vital recordar que los pequeños tienen un ritmo de aprendizaje el cual requiere de mucho tiempo para hacer correctamente  las cosas tras el primer intento, así que disfruta de esta experiencia que solo se vive una vez en la vida y que les ayudará a tener una mejor relación entre ustedes.

Fuente: Todo para ellas