Familia

Crisis de los 2 años: Consejos para sobrellevar este periodo en la crianza

Te contamos cómo puedes manejar la crisis de los dos años con éxito
jueves, 29 de diciembre de 2022 · 16:45

Ciudad de México.- La crisis de la adolescencia suele ser temida por los padres. Sin embargo, antes de llegar a este período de protesta, tendrán que enfrentarse a una situación ligeramente similar. Esta última se llama los la crisis de los dos años. Pero, ¿qué se puede hacer para gestionarla mejor?

En este caso, los padres están acostumbrados a lidiar con gritos, llanto, tonterías o incluso caprichos. Pero a cierta edad, las crisis pueden ser más complicadas de manejar para los padres. 

“Crisis de los dos”: ¿de qué se trata realmente?

Se caracteriza por “una etapa de oposición” durante la cual el hijo se enfada, tiene crisis y se niega a escuchar a los padres. Es importante que el niño viva esta etapa. La razón es sencilla: estructura el desarrollo de su personalidad. Durante esta fase, experimenta su individualidad. Se da cuenta de que es un individuo de pleno derecho, que es diferente de los demás y que tiene la oportunidad de decir lo que quiere y lo que no quiere.

¿Cómo gestionar la crisis de dos años?

Mantener la calma. "Si gritan, alimentará la angustia del niño. Cuando el niño está llorando o enfadado, se ve perturbado. Por lo tanto, necesita estar tranquilo. afirma. Claramente, enfadarse con su hijo puede ser contraproducente.

Ayudar a su hijo a poner palabras sobre sus emociones. En este caso, hay que enseñarle a identificar lo que siente porque, durante las crisis, está abrumado por sus emociones y no podrá determinarlas por sí mismo. Es un aprendizaje que pasa necesariamente por los adultos, es decir, los padres, que son sus modelos. Para darle una mano, creamos un momento relajante y podemos decirle: “Veo que estás molesto, entiendo tu ira pero no hay que reaccionar así”.

Ofrecer a tu hijo soluciones alternativas. Se le ayuda a reaccionar de otra manera. Para ello, se le proponen varias reacciones. Cuando está enojado, por ejemplo, se le sugiere que respire o beba un vaso de agua en lugar de gritar.

Sancionar un comportamiento intolerable. No castigamos a un niño por las emociones que siente, sino por un comportamiento que no es aceptable. Pero cuidado, la sanción no debe ser humillante o rechazado. Siempre hay que castigar al niño con seguridad emocional para que lo entienda. Esto también ayuda a preservar su estima y evitar que cuestione su valor individual.

Fuente: Todo para Ellas