Familia

Formas en las que puedes acompañar a tu hijo en el manejo de la ira

Lo más importante es saber cómo acompañar a nuestros hijos en un momento de ira
miércoles, 28 de diciembre de 2022 · 20:03

Ciudad de México.- No es fácil permanecer estoico cuando su hijo tiene un ataque por una galleta rota o una bolsa de caramelos que le llama la atención en el supermercado. Afortunadamente, hay pequeñas formas sencillas y eficaces de calmar las cosas. Te brindamos algunos consejos para gestionar la ira.

1.- Reconocer la realidad de la emoción

La ira es una emoción legítima. Por eso reconocer el estado emocional de su hijo es importante para él, aunque la causa parezca inútil. Esto nos permite entrar en la comunicación y validar el hecho de que nosotros, como adultos, nos dimos cuenta de que había un problema. Para algunos niños, incluso puede ser suficiente. Una vez que se ha validado su ira, el podría volver a jugar con normalidad. Lo que se le puede decir: "Veo que hay algo mal. Si estás enfadado, tienes buenas razones para estarlo".

2.- Tranquilizar

Si el niño se enfada es porque no puede hacer otra cosa. Recordemos que apenas está aprendiendo a gestionar sus emociones. Es importante tranquilizarlo.  No dude en recordarle lo amable y agradable que es, a pesar de su comportamiento. Lo que se le puede decir: “Entiendo sinceramente lo que sientes, no es genial, porque eres un chico muy agradable y si lo haces, es que realmente hay un problema para ti.”

3.- Abrir el diálogo

Ofrezca al niño que hable con usted. Tenga cuidado de no abrumarle de “por qué”. También se le puede ofrecer que haga un dibujo para ayudarle a expresarse. Lo que se le puede decir: "Me imagino que si tuviera 5 años, para mí también sería muy difícil no comprar este juguete inmediatamente y tener que esperar a mi cumpleaños. "

Evitar: “¿Por qué te pones en un estado así?”

Ayudarle a despejar su ira

La ira es como un volcán listo para entrar en la irrupción. La idea es hacer que la lava no llegue a los lugares habitados y orientarla hacia un lugar desierto. Para invitar al niño a descargar su emoción sin causar ningún daño, ofrécele que lo exteriorice “limpiamente”. Por ejemplo, gritar en el baño. 

Fuente: Todo para Ellas