Tipos de tela que cuidan la piel de tu bebé; no lidies con rojeces y alergias

Ciudad de México.- Ya sea para tu bebé o para el de un ser querido, te dan ganas de tejer un lindo ajuar de nacimiento. ¡Que buena idea! Siempre que tengas en cuenta algunos criterios importantes. Por ejemplo, el tipo de fibra textil que vas a utilizar. Hoy queremos explicarte cómo tomar las decisiones correctas.

1.- Elige la suavidad.

La piel de un bebé es delicada. Esto se debe a que es mucho más delgada que la de un adulto. Además, la película protectora de (que actúa como barrera contra las agresiones externas), solo se activa cuando tu hijo apague dos velas en su pastel de cumpleaños. Mientras tanto, hay que tener cuidado con todo lo que pueda estar en contacto con él, empezando por la ropa.

Podrías pensar que la lana es la opción segura, pero lamentamos informarte que algunas de ellas contienen demasiada lanolina. Esta cera natural puede dar ganas de rascarse y provocar la aparición de picores, irritaciones e incluso alergias, especialmente en los bebés. Entonces, ¿Cuáles son los tipos de lana que "sí" podemos elegir? Puedes recurrir a la lana merino, que es termorreguladora, transpirable, natural y muy fina. 

2.- Apuesta por la seguridad.

Un bebé agarra todo lo que tiene a mano para llevárselo a la boca. Y allí, ¡cuidado! No son solo los objetos pequeños los que pueden asfixiarlo. También están las pelusas de ciertas lanas. ¡Abandona el mohair o el angora! Si bien estas fibras son extremadamente suaves, lamentablemente son muy esponjosas. Así que guardamos estas lanas para ropa de adolescentes o adultos.

Entonces, ¿Qué podría ir bien para tejer una manta de bebé, por ejemplo? Merino y acrílico de nuevo. Estos materiales tienen la ventaja de ser suaves y seguros. De lo contrario, un edredón de algodón está bien. De origen orgánico o fibras de bambú.

3.- Ten en cuenta el mantenimiento de la prenda.

Una de las reglas de oro que aprendes rápido con un niño pequeño es que se ensucia rápido. Para decirlo de manera más concreta, un bebé se ensucia veinte veces más rápido que un adulto. Por tanto, hay que pensar en telas prácticas y sencillas de mantener. A la hora de elegir tu lana, revisa que pueda pasar por la lavadora. En este caso, merino o lana de cordero son los ejemplares menos preocupantes. La mayoría toleran bien un ciclo frío.

Fuente: Todo para Ellas