Familia

El semáforo: Este es el juego que le ayudará a tu hijo a conocer y regular sus emociones

Si te interesa enseñarle a tu hijo a conocer y regular sus emociones, el juego del semáforo te ayudará; conoce cómo funciona
domingo, 20 de diciembre de 2020 · 13:39

Ciudad de México.- La educación emocional en los niños es básica para crear adultos más sanos y felices. Por fortuna, existen diversas dinámicas y recursos que te pueden ayudar a lograr esto en tus hijos; uno muy conocido y efectivo es el juego del semáforo.

Aunque no lo creas, gracias a esta técnica, cualquier niño va a poder ir tomando conciencia sobre las señales de activación de sus emociones; por ejemplo, cuando se enfada puede que esté agitado y con una respiración acelerada, sudor en las manos, y demás. Con ayuda de estos conocimientos el niño podrá considerar estrategias para controlarlas y gestionarlas.

Emociones

¿Te interesa saber cómo funciona El semáforo? ¡Toma nota!

En este juego, como su nombre lo indica, se usan los colores y las formas del semáforo, para que el niño empiece a gestionar sus conductas y emociones negativas.

Lo único que se debe hacer es adaptar los colores del semáforo, entendiendo que la luz roja como "no pasar", el amarillo como "se podrá pasar", y el verde como "pasar"; de esta manera:

  • Color rojo

Esta señal le indicará al niño que tiene que parar y comenzar a detectar las señales que hacen que sus emociones negativas surjan. Es el primer paso para conocer su propio estado de ánimo.

Emociones

  • Color amarillo

Es el momento en el que el niño piensa y toma conciencia de lo que está sintiendo. Puede determinar la causa de lo que le está pasando.

  • Color verde

Da tiempo a pensar sobre lo que ocurre. Implica que pueden surgir soluciones al conflicto o a los problemas. Es la hora de elegir cuál es la mejor forma de salir de la emoción negativa para volver al estado normal.

Para implementarlo, basta con explicarle al niño estos colores y en momentos de tensión decirle que elija los colores que representen sus sentires. Si le cuesta trabajo, el padre puede ayudarlo.

Más allá del manejo de la situación emocional del niño, esta técnica  también se enfoca a lograr una mejora del comportamiento del niño como respuesta a las circunstancias que le rodean.