4 consejos para una depilación sin dolor; retira los vellitos de forma sencilla y sin sufrimiento

Ciudad de México.- La depilación suele ser sinónimo de dolor, y cada vello arrancado es un pequeño sacrificio por una piel perfecta. Ya sea que su método preferido sea la cera, el láser, la maquinilla de afeitar o la crema depilatoria, es posible lograr resultados perfectos sin tener que hacer una mueca de dolor en cada momento. Descubre nuestros consejos para hacer esta experiencia menos dolorosa y disfrutar de una piel suave y tersa.

• Paso cero dolor: ¡prepara tu lienzo!

La depilación, aunque común, puede resultar incómoda si la piel no está preparada adecuadamente. Por tanto, el primer y principal paso que no debe descuidarse es la preparación de la piel. La exfoliación es tu aliado imprescindible. Realizado el día anterior, elimina las células muertas de la superficie de la piel, limpia profundamente los poros y facilita la eliminación del vello. De hecho, la piel exfoliada es más elástica, lo que reduce considerablemente la sensación de dolor durante la depilación.

Además, la hidratación regular de la piel es igualmente crucial. La piel seca o deshidratada tiene más probabilidades de irritarse o sentir dolor durante la depilación. La piel bien hidratada es flexible, lo que permite que el dispositivo o la cera actúe de forma eficaz. Finalmente, justo antes de tu sesión, recuerda relajar tu piel. Se recomienda encarecidamente una ducha caliente o la aplicación de una toalla tibia en la zona a depilar. El calor, al dilatar los poros, facilita la depilación y reduce las molestias. 

• Encuentra tu aliado en la depilación

Existen multitud de técnicas de depilación que se adaptan a diversas necesidades y umbrales de tolerancia al dolor. Tu elección debe basarse en un compromiso entre eficiencia y comodidad. La cera caliente, por ejemplo, es famosa por su capacidad para arrancar el vello desde la raíz, asegurando una piel suave por más tiempo. Sin embargo, este método puede resultar doloroso para algunas personas, especialmente en zonas sensibles.

Por otro lado, la pinza es ideal para retoques precisos, como el de las cejas. Aunque es menos doloroso, también es más laborioso y requiere paciencia y atención a los detalles. Por tanto, es fundamental investigar y experimentar para encontrar el método que mejor se adapte a tu situación.

• Domina la técnica: ¿cómo sujetar bien tu piel?

A la hora de depilarte, recuerda sujetar tu piel para no doler demasiado. Este gesto tiende a facilitar el paso del aparato eléctrico o de la tira de cera. Puedes sostener tu piel en la dirección opuesta a la depilación. Una vez terminado, coloca tu mano sobre el área que depilaste para aliviar el dolor. Si deseas un método más eficaz para aliviar la sensación dolorosa, opta por una crema o loción anestésica para adormecer ligeramente el área que se vas a depilar antes de comenzar.

• El frío: ¡tu nuevo cómplice analgésico!

El frío tiene propiedades anestésicas naturales sobre la piel, actuando como paliativo temporal del dolor y la inflamación. Por lo tanto, utilizar una bolsa de hielo antes de una sesión de depilación puede ser un método eficaz para reducir la sensación desagradable que suele asociarse a esta práctica. Al colocar una compresa de hielo sobre la epidermis se crea una sensación de entumecimiento que hace que el proceso sea menos doloroso. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que el clima frío también provoca que los poros de la piel se contraigan. Esta acción puede dificultar un poco la eliminación de los pelos porque quedan más firmemente anclados. Por eso, aunque el frío puede ofrecer cierto confort, es importante sopesar los pros y los contras de su uso antes de la depilación.

Fuente: Todo para Ellas