Calambres nocturnos: Conoce de cerca las causas y qué puedes hacer cuando aparezcan por la noche

Ciudad de México.- Los calambres nocturnos son un fenómeno común pero a menudo mal comprendido. Suelen ocurrir cuando nuestros músculos se contraen de forma involuntaria, provocando un dolor intenso que puede alterar nuestro sueño y afectar nuestra calidad de vida. Afortunadamente, si comprendes las causas subyacentes de estos calambres y tomas algunas medidas preventivas, puedes reducir significativamente el riesgo de experimentarlos.

Causas de los calambres nocturnos

Las causas de los calambres nocturnos son múltiples y pueden variar de persona a persona, pero existen varios factores comunes a considerar.

• Deshidratación

Una de las razones más comunes detrás de los calambres nocturnos es la deshidratación. Cuando no bebes suficiente agua durante el día, tu cuerpo sufre un desequilibrio electrolítico. Este desequilibrio puede provocar contracciones musculares involuntarias, especialmente durante la noche. Asegúrate de beber al menos ocho vasos de agua al día y ajusta esta cantidad en función de tu actividad física.

• Deficiencia de minerales

El potasio, el calcio y el magnesio desempeñan un papel crucial en la función muscular. Una deficiencia de estos minerales puede provocar calambres frecuentes. Los alimentos ricos en estos elementos, como el plátano, las espinacas y los lácteos, pueden ayudar a prevenir estos espasmos musculares.

• Exceso de trabajo muscular

Hacer ejercicio es bueno para la salud, pero hacer demasiado puede provocar calambres. Cuando llevas tus músculos al límite sin darles suficiente tiempo para recuperarse, aumentas el riesgo de sufrir calambres nocturnos. Asegúrate de seguir un programa de ejercicio equilibrado con períodos de descanso adecuados.

¿Qué hacer ante un calambre?

Si lamentablemente experimentas un calambre en mitad de la noche, debes saber que hay varios métodos que pueden ayudarte a aliviar el dolor y relajar el músculo contraído.

• Estiramiento dirigido

La primera acción a realizar suele ser un estiramiento suave del músculo afectado. Por ejemplo, si el calambre está en la pantorrilla, intenta estirar la pierna y tirar suavemente los dedos del pie hacia ti. Mantén esta posición durante unos segundos hasta que el dolor comience a disminuir.

• Masaje

Después del estiramiento, un suave masaje puede hacer maravillas. Usa tus manos para aplicar una ligera presión en el área afectada y realiza movimientos circulares. Esto puede ayudar a relajar las fibras musculares y acelerar la relajación muscular. Si tienes alguna crema o aceite de masaje, no dudes en utilizarlo para facilitar el movimiento.

• Movimiento y circulación

Por último, si el calambre no parece desaparecer, puede resultar beneficioso levantarse y caminar un poco. Simplemente moverse puede estimular la circulación sanguínea, ayudando a relajar el músculo tenso. Un pequeño ejercicio como subir y bajar de puntillas también puede resultar eficaz. Es importante tener en cuenta que es posible que estas técnicas no funcionen para todos ni para todos los calambres.

Fuente: Todo para Ellas