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No te bañes con agua fría cuando hace calor; esta es la peligrosa razón por la que deberías evitarlo

Durante una ola de calor, tendemos a querer refrescarnos dándonos una ducha muy fría. Pero contrario a lo que se podría creer, esto no es una buena idea. ¿Quieres saber por qué? Nosotras te explicamos
jueves, 15 de junio de 2023 · 11:53

Ciudad de México.- Las temperaturas están subiendo y México se enfrenta a una ola de calor. Entonces todo es bueno para encontrar un poco de frescura. Vestir telas más ligeras, evitar materiales demasiado gruesos, comer ciertos alimentos … Cuando hace mucho calor, todos tenemos el reflejo de refrescarnos dándonos una buena ducha fría. Pero por sorprendente que parezca, no es realmente una buena idea. De hecho, tendría un efecto contraproducente si la diferencia de temperatura resulta ser demasiado grande. Si el frío inicialmente provoca una sensación refrescante muy agradable, hay que tener cuidado de no provocar un choque térmico. Al rociar agua muy fría sobre tu cuerpo muy caliente, naturalmente luchará contra el frío e incluso puedes estar aún más caliente cuando salgas de la ducha que antes.

Por lo tanto, la mejor solución es tomar una ducha tibia y bajar la temperatura gradualmente. Lo mejor es esperar a que la temperatura de tu cuerpo baje un poco poniéndote a la sombra y/o al aire libre, y luego duchándote. Para refrescarte en el trabajo, por ejemplo, se recomienda encarecidamente el uso de un rociador de agua porque la evaporación del agua produce una sensación de frescura.

Para resistir la ola de calor, es necesario mantenerse bien hidratada. Y para eso hay que beber mucha agua, al menos 1.5 litros al día. Pero, ¿deberías beber frío o caliente? Absorber una bebida que está demasiado fría para refrescarse no es la solución adecuada, ya que corres el riesgo de provocar un choque térmico con la temperatura de tus órganos

Lo ideal es que sea una bebida tibia, entre 12 y 14 grados, que sería recomendable beber para limitar los efectos yoyo de nuestro cuerpo que busca regular su termostato interno. Tampoco es aconsejable beber caliente porque la temperatura corporal aumentará y por tanto se producirá sudoración. El cuerpo recurre a las reservas de energía para regular su temperatura, el proceso de sudoración se acelera y por lo tanto el riesgo de deshidratación es mayor.

Así que ten cuidado con las diferencias térmicas demasiado grandes, sin embargo, es mejor una ducha fría que un sobrecalentamiento, ¡eso es evidente! No dudes en refrescar tus pies, manos o antebrazos si no puedes ducharte enseguida. Puedes meterlas en un balde de agua o bien, sólo empaparlos con un paño húmero. Con todos estos consejos, hacer frente a la ola de calor será pan comido.

Fuente: Todo para Ellas