Retrasa la aparición de arrugas en los ojos; sigue estos hábitos que mantendrán tu piel joven

Ciudad de México.- La flacidez de la piel alrededor del área de los ojos es uno de los primeros signos del envejecimiento. De hecho, con el tiempo, las fibras elásticas y las fibras de colágeno presentes en las células de la piel se deterioran y pierden su capacidad de estirar la epidermis. La producción natural de ácido hialurónico también desciende lentamente. La piel se adelgaza, se afloja y se arruga poco a poco. 

¡Boom, aparecen arrugas debajo de los ojos! Después de 30 años, se vuelven más gruesas y más difíciles de desprender. Sin embargo, las primeras líneas de expresión pueden aparecer a cualquier edad y los años no siempre son un factor determinante. El estilo de vida, la genética, la calidad de la piel, así como la falta de cuidado, también pueden ser en parte responsables de la degradación de la piel alrededor del área de los ojos. Por ejemplo, piel seca, finas y/o claras son más propensas a tener arrugas debajo de los ojos temprano. Independientemente de su origen, el resultado es el mismo para todos: las arrugas oscurecen la mirada, dan un aspecto cansado y envejecen varios años todo el rostro.

¿Cuáles son los hábitos correctos que hay que hacer diario?

Incluso si son el resultado de un proceso natural de envejecimiento, ya sea deshidratación o expresión, las arrugas en realidad no ocurren sin previo aviso. Ciertos hábitos pueden limitar los daños, incluso ganar tiempo antes de su aparición.

• Protégete de la luz solar y los rayos UV.

Es bastante posible contrarrestar los problemas de luminosidad simplemente usando gafas de sol cuando sea necesario. En resumen: si el sol brilla, verano o invierno, ¡protege tus ojos y al mismo tiempo tu piel! En caso de exposición prolongada, aplicar un tratamiento con índice UV para limitar el riesgo de envejecimiento celular prematuro provocado por los rayos solares. Y si trabajasen una computadora todo el día o pasa mucho tiempo en la pantalla de su teléfono, considera bajar el brillo y usar anteojos que bloqueen la luz azul.

• Ponte lentes.

Suena muy simple, dicho así, pero si el oftalmólogo te ha recetado unos lentes, ¡úsalos! A fuerza de entrecerrar los ojos, el contorno de los ojos se cansa y esto favorece la instalación de las arrugas antes de tiempo.

• Dejar de fumar.

El tabaco provoca estrés oxidativo que resulta en la formación de radicales libres con efectos nocivos para la piel. Los químicos en los cigarrillos incluso dañan directamente el colágeno y la elastina que la piel necesita para mantenerse joven y hermosa. Finalmente, el tabaco estrecha los vasos sanguíneos y, por lo tanto, los nutrientes tienen más dificultades para llegar a los tejidos y las células.

• Adopta un estilo de vida saludable.

Llevar una dieta equilibrada con la mayor frecuencia posible y consumir alimentos que preserven la piel del envejecimiento: frutas y verduras ricas en antioxidantes, ácidos grasos esenciales (frutos secos, semillas oleaginosas, pescados grasos, aceites vegetales orgánicos y resfriados) y algunas proteínas animales para el aporte de colágeno. Olvídate de todo lo que favorece la aparición de arrugas. Di adiós al azúcar (responsable de la inflamación y del fenómeno de la glicación que aumentan el riesgo de envejecimiento de la piel), limita las veladas de borrachera (el a.cohol también es fuente de inflamación), evita la exposición al sol, bebe mucha agua (alrededor de 1.5 litros por día).

• Fortalece la mirada.

Un pequeño ejercicio muy sencillo para hacer todos los días consiste en cerrar y abrir los ojos varias veces seguidas, manteniendo los párpados cerrados durante 2 o 3 segundos.

• Aliviar la presión.

Además de entrenar los músculos de los párpados, piensa de vez en cuando en relajar la mirada para evitar microespasmos innecesarios. Coloca os pulgares en la esquina interna del ojo y presiona suavemente hacia la punta interna de la ceja.

• Desmaquillar los ojos a diario.

En el lado del ritual de belleza, limpia absolutamente los ojos por la mañana y por la noche, incluso cuando no estés usando maquillaje, pues la contaminación, las partículas finas, el polvo o incluso el sebo se acumulan en la piel y la sofocan lentamente. Elige texturas para aplicar con la yema de los dedos (aceites, leches, bifásicos), especialmente si tienes los ojos sensibles. 

• Elimina cualquier fuente de irritación.

Al desmaquillarte, evita a toda costa frotar con un disco de algodón, esto solo atacará aún más una piel ya particularmente frágil. Tampoco utilices principios activos irritantes como ciertos aceites esenciales, tratamientos que contengan ácidos de frutas o incluso perfumes.

Fuente: Todo para Ellas