Estómago

Síndrome del reloj de arena: he aquí por qué es peligroso meter el estómago para verte esbelta

Para engañar a su figura y hacerla más esbelta, algunas personas han adquirido la costumbre de encoger el estómago. Aunque este hábito se ha convertido casi en un reflejo inconsciente, puede causar graves daños a la salud
domingo, 1 de octubre de 2023 · 14:11

Ciudad de México.- En la playa, en las fotos o incluso durante los abrazos traviesos, solemos contraer el estómago. Este truco se ha convertido en una banalidad e ilustra desesperadamente la apología del vientre plano. A este hábito se le llama síndrome del reloj de arena y ha sido resaltado por videos de TikTok .

Como explican muchos usuarios, esta manía distorsiona la postura y el estado de los abdominales. Y no nos equivoquemos, no es contrayéndolos 24 horas al día, siete días a la semana que el vientre se volverá plano. De hecho, se produce el efecto contrario. En lugar de crear los famosos 'cuadritos', el síndrome paraliza toda la anatomía del estómago.

Más allá de estos signos estéticos, el síndrome de curvas también actúa desde el interior. Todo el organismo queda entonces en desorden, incluidas las funciones motoras. Sin embargo, una vez que el cerebro ha asimilado este gesto, es difícil pedirle que se 'resetee'. 

  • Altera la postura

El síndrome del reloj de arena consiste en contraer constantemente los abdominales. Luego, el estómago se curva hacia arriba, lo que provoca presión en la parte baja de la espalda. Tampoco es raro notar un desequilibrio en la pelvis. La columna, por su parte, se va desviando progresivamente, casi reproduciendo los efectos de la escoliosis. La postura, en su totalidad, se vuelve entonces caótica. Entonces pueden aparecer tensiones en la región cervical y lumbar.

  • Daña la respiración

Para poder oxigenarse adecuadamente, el cuerpo necesita una respiración profunda y amplia. Contraer constantemente el estómago puede dificultar el funcionamiento del diafragma, el principal músculo respiratorio. Esto implica retener aire en los pulmones mientras se aumenta el volumen del tórax.

Con el síndrome del reloj de arena, la respiración es superficial y funciona hacia atrás. Se trata de una respiración paradójica: el estómago se desinfla al inhalar y se hincha al exhalar. Un mecanismo inverso que puede provocar fatiga, disminución de la concentración y falta de energía

  • Ejerce presión sobre los órganos internos

El síndrome del reloj de arena crea una sensación de aprisionamiento que se siente incluso en los órganos internos. Se 'trituran' el estómago, los intestinos y el diafragma. Entonces se altera todo el equilibrio intestinal. La digestión es más lenta, los calambres estomacales son más regulares y el estreñimiento se vuelve crónico. A largo plazo, pueden aparecer trastornos gastrointestinales incapacitantes, haciendo la vida cotidiana cada vez menos llevadera.

Fuente: Todo para Ellas