¿Cómo detener el hipo? 5 formas de hacerlo rápido y seguro

Ciudad de México.- El hipo es un fenómeno que provoca un temblor repetitivo del diafragma (el tabique que separa el abdomen del tórax), debido a la irritación del nervio freénico. Aunque incómodo, este es un mal leve, que generalmente pasa simplemente con algunos trucos.

¿Cómo se manifiesta el hipo? Cuando se tiene hipo, el diafragma se contrae de forma involuntaria, regular y espontánea. Esto provoca expulsiones de aire, emitiendo un sonido característico. El hipo es a veces doloroso y a menudo desagradable. La frecuencia de las expulsiones involuntarias de aire puede oscilar entre cuatro y 60 veces por minuto.

¿Cuál es la causa del hipo?

El hipo puede ser provocado por una comida muy abundante, picante o tomada demasiado rápido. Pero también puede provenir de la ingestión de aire masticando chicle, comiendo con la boca abierta o consumiendo refrescos. Esto también puede ser causado por alcohol o irritación del esófago (reflujo gastroesofágico). Por último, el estrés también puede ser una causa del hipo.

Más raramente, el hipo puede ser causado por úlcera, enfermedades de la faringe o laringe, hernia hiato, pleuresía, compresión del nervio fenénico, tomar un medicamento (corticosteroides, antibióticos, opiáceos, etc.), intoxicación o incluso infección.

¿Puede el hipo conducir a complicaciones? El hipo suele ser benigno y se detiene espontáneamente. En casos raros, puede durar más de 48 horas y provocar complicaciones: ansiedad, fatiga, insomnio, dificultad para comer, pérdida de peso. Este hipo crónico sólo ocurre en uno de cada 100 mil casos.

¿Cómo detener el hipo? Existen varios métodos para detener el hipo simplemente, generalmente basados en la respiración, la deglución o la distracción.

• Lo primero que debe hacer para detener el hipo es hacer apnea brevemente: hinche los pulmones al máximo y mantenga la respiración el mayor tiempo posible, antes de exhalar lentamente. Repita varias veces si es necesario.
• Otro truco es beber agua muy fría, rápidamente y sin respirar. A veces es aconsejable hacerlo sosteniendo la barbilla contra el pecho.
• También es posible liberar el diafragma tratando de pegar sus omóplatos lo más posible entre sí, mientras respira lentamente. O, por el contrario, devolviendo las rodillas contra el pecho mientras se inclina hacia adelante.
• Puedes intentar oler la pimienta para estornudar. Una alternativa es masticar mantequilla de cacahuete, o un alimento muy dulce como la miel. Y también puedes morder un limón o tragar una cucharada de vinagre.
• Si el frío no te desanima, también puedes intentar poner un cubo de hielo en el ombligo, esto puede calmar las contracciones del diafragma.

Fuente: Todo para Ellas