Compresas de menta para aliviar el intenso dolor de cabeza

Ciudad de México.- En la gran familia de las cefaleas predominan dos categorías: las denominadas cefaleas tensionales (50% de las cefaleas), vinculadas al estrés, fatiga, ansiedad o contracturas musculares, y la migraña propiamente dicha (10% a 15% de las cefaleas). Se reconocen por sus propias características: dolor continuo localizado en todo el cráneo, con la impresión de tener la cabeza atravesada por un tornillo. 

Sin un tratamiento eficaz, duran de 4 a 72 horas y pueden acompañarse de náuseas, vómitos, intolerancia a la luz o al ruido y en ocasiones también de trastornos del estado de ánimo. El esfuerzo físico durante el ataque intensifica el dolor. Es importante tener un diagnóstico médico, para tener los tratamientos adecuados. Aquí hay algunos consejos simples para detener el dolor.

1. Compresas de menta

Remoje compresas húmedas frías con dos gotas de aceite esencial de menta y aplíquelas en las sienes y la frente (evitando los ojos). También puedes realizar un automasaje de frente/sien/cuello con dos gotas puras de uno u otro de estos aceites esenciales.

2. Café 

La cafeína es eficaz para frenar un ataque de migraña . Pero ten cuidado de no exceder una dosis determinada (300 a 400 mg/d) porque de lo contrario puede potenciarse. Un espresso equivale a 120 mg de cafeína, una taza de café de filtro a 180 mg, un té a 30 a 50 mg y un refresco a 40 mg. Si está acostumbrada a tomar café por la mañana, hágalo a la misma hora, incluidos los fines de semana porque, de lo contrario, tomarlo más tarde también podría desencadenar dolores de cabeza.

3. Automasaje de cuello 

Acostada sobre su espalda, cruce sus manos detrás de su cuello y ponga su cabeza en las palmas de sus manos. Déjelo reposar por completo en sus manos y observe sus sensaciones. Poco a poco notará micro-movimientos de sus músculos relajándose. Una vez obtenida esta sensación, comience a inhalar separando los codos y estirando ligeramente el cuello con las manos. Mantenga la posición durante unos segundos y luego exhale. Repita de 5 a 6 veces seguidas. Luego reanude el ejercicio en una posición sentada.

4. Una postura de yoga 

Esta es la llamada postura del "niño", provista de un soporte. Sentada sobre los talones, con las rodillas abiertas hacia los lados, inclínese hacia adelante y descanse los brazos y la frente sobre un almohadón (o sobre un cojín firme). Cierre los ojos y respire lenta y profundamente durante unos minutos. Esta postura relaja el cuello y el trapecio, tranquiliza la mente y calma el sistema nervioso.

Fuente: Todo para Ellas