Cenar temprano es la solución a todos los problemas; mira cuáles son las razones

Ciudad de México.- En algunos momentos de la vida, los hábitos están de cabeza. Por ello, nos parece fácil aplazar la cena y, por tanto, la hora de acostarse. Se sugiere comenzar la ingesta de alimentos al filo de las 08:00 horas y terminar a las 18:00, máximo, 19:00 horas. Este sencillo ajuste en el horario mejora la salud metabólica, reduce el riesgo de sufrir diabetes y de irse a la cama inflamada.

Cenar temprano también permitiría -en menor medida- controlar el peso, siempre que no se vaya a la cama demasiado tarde después.  Esto deriva en el ayuno nocturno. Cuando el organismo se ve privado de alimentos durante más de 11 horas, el nivel de insulina, esencial para el metabolismo de los hidratos de carbono y los lípidos, desciende en la sangre. Al mismo tiempo, la secreción de la hormona del crecimiento aumenta y da lugar a la liberación de ácidos grasos en el torrente sanguíneo, lo que provoca una pérdida de grasa corporal.

Cuando se come tarde, este beneficio desaparece. Los ritmos biológicos de los seres humanos están programados para que nuestra ingesta de alimentos sirva para proporcionar la energía que necesitan los músculos para funcionar durante el día. Pero por la noche, se almacenan directamente para el día siguiente y producen así una reserva de grasa.

Siguiendo esta lógica, uno podría pensar que sería prudente posponer el desayuno para prolongar el ayuno nocturno. Todo depende del tipo de actividad que hagas al día siguiente. Si eres un deportista de alto nivel, no debes posponer esta comida, pero si sueles estar en una oficina, necesitarás menos calorías para trabajar en tu ordenador. En cambio, si se prolonga más de 16 o 18 horas, este tipo de ayuno no debe llevarse a cabo. Pues al momento de comer, tendrás demasiada hambre, comiendo de más y aumentando las calorías.

Otra razón de peso para cenar temprano es darle tiempo suficiente al cuerpo para digerir los alimentos. Cuando ocurre este proceso, los alimentos se queman y producen calor. Por desgracia, el calor y el sueño no son compatibles. Para que un descanso sea efectivo, la temperatura del cuerpo tiene que bajar. Para que la comida se digiera lo más rápidamente posible, se recomienda optar por platillos ligeros.

Fuente: Todo para Ellas