Wellness

¿Le temes a conducir? Te compartimos algunos tips para liberar el miedo

El miedo a conducir se denomina amaxofobia y aunque es difícil de superar, nunca es imposible
martes, 13 de septiembre de 2022 · 13:58

Ciudad de México.- Amaxofobia. ¿Este término no te dice nada? indica una patología mucho más frecuente de lo que se imaginas: el miedo a conducir. Pocas personas se atreven a hablar de esta fobia, ya que la conducción se considera una habilidad indispensable. Pensando en ello te compartimos algunas técnicas sencillas para superar este miedo. Desde luego, te recomendamos, ante todo, consultar con un especialista de la salud. 

No hay de qué avergonzarse por sentir miedo. La conducción es una actividad objetivamente peligrosa que requiere aprendizaje y una vigilancia especial para evitar accidentes. La amaxofobia se basa en dos puntos: el pavor a que una segunda persona se estrelle contra el propio vehículo y el temor a tener miedo y, por tanto, a provocar un accidente por una pérdida de control.

Las víctimas suelen ser personas que han sufrido un accidente, en cuyo caso se habla de fobia postraumática. Pero para algunos conductores, el miedo se produce sin ninguna razón evidente. Puede tratarse de un trastorno de ansiedad, relacionado con la aparición de ataques de pánico o pensamientos obsesivos. Algunas personas tienen un miedo irracional a perder repentinamente el conocimiento o a tener un impulso que les empuje a hacer algo peligroso al volante.

Estos pensamientos no sólo son injustificados si la persona ha aprendido a conducir, sino que mantienen un círculo vicioso. El conductor, convencido de que va a perder el control, evitará ponerse al volante. Cuanto más miedo tienes, más evitas, y cuanto más evitas, más miedo tienes. Es necesario romper esta espiral identificando los pensamientos obscuros que uno puede tener, y luego detectar qué emociones perturbadoras desatan.  Se trata de frenar el "pensamiento negativo", que nunca es fácil pero que aporta mucho.

Se recomienda entonces volver a acostumbrarse a la conducción de forma gradual, con la ayuda de alguien de confianza o tomando algunas clases de conducción. Cuando se conduce, los síntomas más comunes son las palpitaciones y la respiración acelerada, pero los más temibles son los que pueden interferir en la conducción: mareos, temblores de manos, tensión en los músculos de brazos o piernas.

Para evitar ser sorprendida y ceder al pánico, se sugiere subir al coche estando ya convencido de que los signos de ansiedad van a aparecer. Respira lentamente por la nariz, haciendo una pausa después de cada inhalación y exhalación. A continuación, intenta relajar los músculos que no están permanentemente activos, por ejemplo el brazo izquierdo.

Fuente: Todo para Ellas