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Flora intestinal: Así es como su estado repercute en tu bienestar

Lo ideal es cuidar el estado de la flora intestinal a fin de evitar algunas enfermedades
martes, 13 de septiembre de 2022 · 13:13

Ciudad de México.- La flora intestinal -o microbiota- es diferente en cada individuo. Su composición depende estrechamente de nuestro estilo de vida, especialmente de la dieta. En ella conviven bacterias que se alimentan de lo que comemos. A cambio, nos proporcionan energía, vitaminas y aminoácidos esenciales.

Una flora armoniosa contiene un 85 por ciento de bacterias amistosas que son una de las claves de nuestro bienestar. Cuando está mu dañada, tras una dieta monótona o el uso de antibióticos, los microbios hostiles se apoderan de ella, prosperan y pueden provocar la aparición de enfermedades. De ahí la importancia de mantener en buen estado la flora. Pensando en ello, te compartimos algunos consejos. 

  • Prebióticos.

Se trata de fibras que les gustan a las bacterias buenas del colon. Para aprovechar sus beneficios, lo ideal es consumir de cinco a 10 gramos al día. ¿Dónde encontrarlos? Alcachofas, ajo, puerros, espárragos y los plátanos.

  • Probióticos.

Estos "gérmenes" ayudan a mantener la diversidad de la flora. No se instalan en nuestra microbiota, sino que restauran el equilibrio. Siempre y cuando absorbamos regularmente una cantidad suficiente de ellos. ¿Dónde se pueden encontrar? Todos los alimentos lactofermentados están llenos de ellos. La levadura de cerveza también los contiene. 

¿Cuáles son los efectos que tiene la flora en la salud?

  • Regula la inmunidad.

La flora intestinal segrega compuestos bactericidas y participa en la formación del sistema de defensa natural. La carencia de estos tiene repercusiones inmediatas en la capacidad de ponerle un alto a los microbios. La prueba es que cuando la flora se encuentra en buen estado, se necesita un millón de salmonelas para provocar una salmonelosis. Pero cuando la flora está alterada, basta con diez.

  • Dicta las elecciones nutricionales.

Se ha demostrado que las bacterias intestinales gobiernan nuestros impulsos alimenticios para animarnos a comer lo que ellas necesitan. Para imponer sus exigencias, liberan señales que son descifradas por las células nerviosas del intestino y luego llevadas al cerebro, donde despiertan nuestro apetito por determinados alimentos. 

Fuente: Todo para Ellas