Acciones cotidianas que están estropeando tus dientes y no te das cuenta

Ciudad de México.-  En primera línea de nuestro rostro, los dientes tienen una función estética además de ser imprescindibles para la alimentación. No hay que olvidar que son importantes para la dicción. En ese sentido, hay tres buenas razones para cuidarlos al máximo. Sin embargo, ciertas acciones cotidianos aparentemente inocuas dañan la dentadura. Entérate de cuáles son para evitarlas

1.- Caliente/Frío.

El cambio de temperatura en la boca, como cuando tomas un café y después un vaso de agua, hace que el esmalte resienta los daños. Incluso puedes sentirlo, se siente como un desgarro en el diente". Un poco como cuando viertes agua caliente en un cubo de hielo y se agrieta.

2.- Masticar chicle.

Para refrescar el aliento, mantenerse ocupada o simplemente sentir un sabor a menta, la goma de mascar se puede integrar en nuestra vida diaria. Sin embargo, masticar por largos períodos de tiempo puede tener efectos dañinos en los dientes. Al masticar, desgastamos las articulaciones de la mandíbula hasta crear artrosis. Un problema que se acentúa en quienes tienen un problema de equilibrio de los maxilares.

3.- Apretar los dientes.

El gesto se debe muy a menudo al estrés, este último nos hace sufrir lo que generalmente se denomina "bruxismo". Provoca desgaste prematuro de los dientes así como fatiga de los músculos de la mandíbula. Cada vez son más los pacientes que se quejan de dolor de muelas y tienen los dientes agrietados.

4.- Morderse las uñas.

Este pequeño gesto de nerviosismo es particularmente malo para los dientes a largo plazo. Lo mismo ocurre con cualquiera que muerda bolígrafos en el trabajo o la escuela. Los dientes son sólidos, pero pequeños golpes, diarios y repetidos una y otra vez, terminan desgastándolos. 

5.- Cepillarse mal los dientes.

El cepillado a veces se hace de manera casual. Es importante pensar en cada movimiento que haces para no olvidar cepillar ningún rincón. Porque un mal lavado favorece la enfermedad periodontal y las infecciones que destruyen las encías. Un buen lavado consiste en cepillar en círculos bastante alargados, permaneciendo en cada diente durante mucho tiempo. Asegúrate de las que las cerdas sean de firmeza media,  porque uno demasiado suave no sería lo suficientemente efectivo. También hay que masajear la encía con el cepillo. La placa bacteriana de la que hay que deshacerse se encuentra en la unión entre la encía y el diente. 

Fuente: Todo para Ellas