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Una lengua limpia es sinónimo de salud bucal; consejos para lavarla
Para comprobar que tu lengua quedó limpia, sácala y mírala en el espejo. Debe de tener un color rosado, no amarillo, ni blancoCiudad de México.- Se nos ha repetido hasta el cansancio la importancia que tiene la higiene dental en el día a día. Por supuesto, ello incluye la lengua. Por desgracia, no muchas personas saben cómo hacerlo de manera correcta. Pensando en ello queremos compartirte algunos consejos básicos para asegurar que la limpieza de este órgano muscular sea adecuada.
El color natural de la lengua es rosado, el cual puede alterarse en caso de no limpiarla con regularidad. Además, mantenerla aseada le permite que desarrolle sus funciones con normalidad. En caso de no lavarla, las bacterias se acumularán, así como los restos de alimentos.
¿Cuáles son las consecuencias de no lavar la lengua? El primero, y más evidente, es el mal aliento. A la par, acarrea distorsión del sentido del gusto y la superficie se puede tornar blanca ¡incluso negra! Cambia la flora normal de la boca y propicia la aparición de caries, gingivitis y otras infecciones. Como ves, los efectos son diversos -y ninguno es agradable-. Por tanto, te aconsejamos tomarte unos minutos para limpiar tu lengua.
Consejos:
-Acostúmbrate a limpiarla: Incorpórala a tu rutina de cepillado. Si es necesario, escribe un recordatorio en tu celular. Poco a poco te familiarizarás con la actividad y no tendrás que recurrir a tu móvil para acordarte de que tienes que limpiar tu lengua. Recuerda usar un cepillo de cerdas suaves y una pasta dental con flúor. ¡No olvides el uso de hilo dental! Ten en cuenta que las cerdas del cepillo no pueden llegar a los espacios apretados entre los dientes.
-Consigue un raspador: Esta herramienta está específicamente diseñada para barrer las bacterias y cualquier residuo de comida. Aunque lo ideal es que cuentes con limpiador lingual, el que no lo tengas no sirve de excusa para que no laves tu lengua. Puedes hacerlo con las cerdas de tu cepillo. Algunos cuentan con texturas en la parte trasera del cabezal. ¡Úsala!
Intenta hacer movimientos delicados desde la parte posterior y arrastrando hacia delante. Repite varias veces para que quede impecable. Presta atención a los costados de la lengua. Entre cada pasada enjuaga tu boca para desechar la suciedad. Si al hacerlo sientes reflejo nauseoso, una respiración profunda antes de comenzar es de gran ayuda.
Fuente: Todo para Ellas