Blanquea tus dientes desde casa y de manera natural con 2 ingredientes

Ciudad de México.- Conocemos las virtudes del carbón vegetal y el bicarbonato de sodio para blanquear poco a poco nuestros dientes después de cada cepillado de dientes. Y hoy existen productos para el cuidado de la boca y pastas dentales enriquecidas con estos dos blanqueadores dentales activos para un resultado 100 por ciento natural. Entonces, después del carbón y el bicarbonato de sodio, ¿Cuál es el remedio que vale la pena probar? Aceites esenciales. ¡Pero no cualquiera! Es momento de ponerse el aceite esencial de árbol de té y limón para una sonrisa simplemente inmaculada.

Árbol de té o limón: ¿en qué aceite esencial invertir?

Conocido por su acción antiinfecciosa, el aceite de árbol de té será esencial en tu próxima rutina de belleza. Utilizado para tratar la piel con imperfecciones cutáneas y tratar dolores de garganta y virus transitorios, unas gotas de este aceite mezcladas con su pasta de dientes podrían blanquear gradualmente sus dientes. De hecho, contribuye a borrar la placa dental que se forma con cada comida y que tiñe los dientes. Como beneficio adicional, trata eficazmente las infecciones orales. No debes abusar de él a riesgo de ver desgastado tu esmalte.

Y ya que estamos hablando de esto, un pequeño recordatorio: ¡el color de los dientes no es y nunca será blanco! Es una imaginación esperar tener dientes tan blancos como la nieve. El verdadero color de tus dientes es el "esmalte", si usas y abusas del blanqueamiento ya sea natural o profesional, corres el riesgo -en ambos casos- de hacer desaparecer el color natural de tus dientes.

Por otra parte, el limón es conocido por eliminar el sarro. Tiene propiedades similares al aceite de árbol de té y contiene además virtudes depurativas para todo el cuerpo. Además, tiene fuertes propiedades antibacterianas y antisépticas. La mejor manera de blanquear los dientes es usar aceite esencial de limón, pero mezclándolo con aceite esencial de menta y árbol de té durante tres semanas y tómate un descanso de una semana para no saturar el esmalte.

Fuente: Todo para Ellas