¿La tienes? Estos son los síntomas más comunes de la rosácea

Ciudad de México.- La rosácea es una enfermedad de la piel del rostro que no siempre es fácil de identificar. Es una enfermedad inflamatoria crónica. Se da con mayor frecuencia en las pieles claras de las mujeres de más de 30 a 35 años. Se caracteriza por el enrojecimiento, principalmente en la frente, la nariz, la barbilla y las mejillas.

¿Cómo puedo saber si tengo rosácea? Se describen varias formas: La forma vascular con manchas muy rojas, incluso violáceas, a menudo estriadas con pequeños vasos (cuperosis); en este caso la piel está hinchada y muy sensible. La forma pápulo-pustulosa en forma de "granos" a menudo dolorosos, sobre los que a veces aparecen pequeñas manchas blancas (pústulas). Estas erupciones suelen empeorar con el paso de los años.

Estas manifestaciones cutáneas pueden ir acompañadas de rosácea ocular: ojo rojo, conjuntivitis, blefaritis o incluso erupciones en el borde de los párpados: una forma poco frecuente que afecta principalmente a los hombres. Si tienes varios síntomas, lo mejor es consultar a un especialista. Un dermatólogo podrá hacer un diagnóstico fiable y tratar su problema de piel de forma eficaz.

• ¿Cuáles son las causas de la rosácea?

La rosácea suele estar causada por vasos cutáneos hiperreactivos. Cuando estos vasos se dilatan a gran velocidad, aparece un enrojecimiento en la superficie de la cara. Los vasos vuelven entonces a la normalidad. Sin embargo, este fenómeno tiende a empeorar con el tiempo: los vasos se dilatan cada vez más y son visibles a simple vista. En este caso, aumentan las posibilidades de que la rojez sea permanente. 

Estas rojeces pueden verse agravadas por diversos factores externos: el frío o el sol (al provocar una aceleración de la microcirculación cutánea), las emociones, el consumo de café o especias, la herencia y el envejecimiento de la piel. Los tratamientos dependen de la forma de la rosácea. Las lesiones pápulo-pustulosas suelen responder bien a los tratamientos locales (metronidazol) o generales (ciclinas). En las formas vasculares, se requieren tratamientos físicos (láser).

Fuente: Todo para ellas