Saca los discos de algodón de tu rutina de limpieza; descubre porqué se desaconseja su uso

Ciudad de México.- Cada noche, antes de irte a acostar en tu cama, te desmaquillas sin falta para evitar sufrir las consecuencias de no hacerlo: impurezas, más arrugas, menos luminosidad, irritación de ojos y resequedad en la piel. Sin embargo, puede que estés cometiendo un ligero error sin darte cuenta. En ocasiones repetimos los gestos de forma mecánica sin cuestionarlos, lo que podría pasarnos factura después de un tiempo.

Si en tu rutina de cuidado de la piel está presente los discos de algodón, puede que lo mejor sería expulsarla. Primero, porque esta opción es la menos amigable con el planeta. De hecho, se sugiere utilizar pads reutilizables, las cuales se lavan con agua y jabón después de haber desmaquillado el rostro, se ponen a secar al sol y ya están listas para volver a ser usadas. El segundo motivo se relaciona con el bienestar de la piel. Aunque a primera vista parece que el algodón es un material gentil, la verdad es otra. "Abrasivo", así es como algunos expertos en el tema definen al algodón. Al presionarlo y tallarlo contra nuestra piel sólo obtendremos daños como resultado, sobre todo para aquellas mujeres con pieles sensibles. Por otra parte, el algodón tiende a irritar los ojos. 

El doctor en Farmacia, cosmetólogo y fundador de Twelve Beauty, Pedro Catalá, suma más razones por las que deberíamos alejarnos de los discos de algodón. De acuerdo con el experto, en las fibras de algodón se instala una carga bactericida. Por otra parte, sustancias como el cloro -que se usa para el blanqueamiento del algodón- podría afectar la salud ocular. 

Queda por saber cómo desmaquillarse y limpiar bien el cutis antes de irse a dormir. El primer paso está claro. Debes, sí o sí, lavar y desinfectar tus manos. De lo contrario, sólo trasladarás las bacterias de tus palmas hacia tu rostro. Luego, unta la solución desmaquillante de tu preferencia y espárcela en tu rostro. El producto debe ser específico para tu tipo de piel, mientras que el movimiento correcto para la limpieza facial es de adentro hacia afuera, y en sentido ascendente. Con estos pequeños masajes se activará la circulación sanguínea. Después, enjuaga tu cara y aplica tu limpiador facial habitual. Finalmente, enjuaga tu piel y aplica una crema hidratante con vitamina E o D.

Fuente: Todo para Ellas