¿Conoces el síndrome disfórico premenstrual? Estos son los síntomas

Ciudad de México.- El síndrome premenstrual es un conjunto de síntomas que se presenta aproximadamente una semana antes de la menstruación y desaparece uno o dos días después de que comienza. Cuando se manifiesta de forma severa con síntomas psicológicos muy pronunciados, hablamos entonces de trastorno disfórico premenstrual. Aunque todavía está infradiagnosticada, esta última puede ser tratada, de ahí la importancia de no dudar en hablar con un profesional de la salud al respecto.

Irritabilidad, ansiedad, depresión, impaciencia, dolor de mamas, dolores de cabeza… estos son los malestares que caracterizan el síndrome premenstrual o SPM. Este trastorno recurrente se presenta durante siete o 10 días antes del ciclo y suele terminar unas horas después del inicio de la menstruación. El tipo y la intensidad de los síntomas del síndrome premenstrual varían de una mujer a otra y también de un ciclo a otro. Incluso pueden llegar a trastornar la vida social, profesional y familiar

Trastorno disfórico premenstrual: controle sus síntomas cuidadosamente para hacer un diagnóstico

Se trata de vulnerabilidad neurobiológica expresada en la fase premenstrual en asociación con cambios hormonales que catalizan o sincronizan trastornos neurobiológicos vinculados a la síntesis y ritmos de secreción y metabolismo de la serotonina. Dado que los síntomas se correlacionan con el ciclo menstrual, se puede considerar que los cambios hormonales están involucrados en el trastorno. Además, cosas como los alimentos salados, los estimulantes (como la cafeína) y el alcohol pueden empeorar la situación. 

Para realizar el diagnóstico, a menudo se les pide a los pacientes que evalúen sus síntomas diarios durante al menos dos ciclos consecutivos para hacer una evaluación precisa. También requiere que la mujer tenga durante la mayor parte de la semana anterior a la menstruación al menos cinco síntomas: nerviosismo, cambios de humor marcados (sensación repentina de tristeza), irritabilidad o ira, estado de ánimo deprimido, sentimientos de desesperanza, ansiedad, ideas de desvalorización, etc.

El médico también puede verse inducido a preguntar si el paciente también siente una disminución del interés por la vida diaria (trabajo, amigos, aficiones, etc.) que puede provocar retraimiento, dificultad para concentrarse, fatiga importante o incluso cambios marcados en la alteraciones del apetito y del sueño (insomnio o hiperinsomnio). Estos síntomas comienzan durante la fase lútea y cesan en la fase folicular. Para realizar este diagnóstico, debe haber un intervalo sin síntomas de al menos una semana en el período posmenstrual. 

Fuente: Todo para Ellas