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¿Por qué ir al osteópata después de dar a luz? Te contamos los beneficios

Después del parto, consultar a un osteópata puede ser de ayuda para la recuperación
lunes, 26 de diciembre de 2022 · 19:58

Ciudad de México.- Todos sabemos que el parto no es un asunto sencillo. Incluso se le llama "maratón" porque el esfuerzo es muy intenso. Durante este periodo se hace necesario preguntarse: ¿Por qué acudir al osteópata?

¿Qué áreas son propensas al dolor durante el parto?

Espalda baja, debido a:

  • La epidural: que puede inducir bloqueos en la región lumbar afectada.
  • La anestesia espinal (realizada para cesáreas) tendrá las mismas consecuencias y puede dar una sensación de rigidez en toda la espalda.
  • Contracciones: más o menos controladas, y/o más o menos fuertes, generarán dolor en la pelvis, la zona lumbar debido a la tensión muscular acumulada.

El perineo, debido a:

  • Restricciones mecánicas: muy fuertes durante el parto, todas las presiones, incluido el bebé, "empujarán" este músculo. Entonces puede volverse demasiado "débil". Pueden producirse fugas (incontinencia urinaria), molestias en la vejiga, incontinencia anal, estreñimiento o dolor abdominal.
  • La sexualidad también puede ser perturbada. De hecho, tener dolor en esta zona particularmente sensible no favorece las relaciones sexuales.
  • Episiotomías: dejarán una cicatriz que directamente generará dolor en el perineo.

Convertirse en mamá no siempre es fácil, especialmente cuando las hormonas están involucradas. El parto puede ser estresante y algunas mujeres incluso se "transforman" durante el parto. Las lágrimas, el desorientación, la sensación de descontrol, los miedos; todo eso desestabiliza a la madre.

¿Cómo puede ayudar el osteópata en todo esto?

  • Para el dolor relacionado con el parto vaginal:

El osteópata buscará reequilibrar la pelvis, soltar las tensiones sobre el útero, los intestinos, desbloquear la zona lumbar, restablecer el movimiento correcto del sacro que tanto ha trabajado para el descenso del bebé.

También se centrará en la zona epidural, trabajando las adherencias o vértebras bloqueadas. De igual manera buscará reequilibrar el perineo, permitiendo así una mejor reorganización muscular. El osteópata trabajará sobre las cicatrices de una posible episiotomía, o de un desgarro, para que queden las menores adherencias y el menor dolor posible.

  • Para la cesárea:

El osteópata revisará los mismos lugares de bloqueos que para un parto vaginal pero también intervendrá sobre la cicatriz para devolver la mayor movilidad posible al cuerpo; esto evitará adherencias y todas las consecuencias mencionadas anteriormente.

Gracias a la abertura creada a nivel de la línea blanca (una estructura fibrosa del abdomen que conecta el esternón con el pubis), se puede alterar el mantenimiento del equilibrio anterior regulado por los abdominales. Por eso es importante manipular esta cicatriz para encontrar una postura correcta después de una cesárea, así como una buena faja abdominal.

Fuente: Todo para Ellas