Dificultad para respirar después de las comidas; Causas, síntomas y cómo tratarlos

Ciudad de México.- Hay varias razones por las que una persona puede sentir dificultad para respirar después de comer. No hay nada grave que temer. Pero aún así, puede ser incómodo o doloroso. Este artículo describe algunas de estas causas y brinda información sobre los tratamientos y, por supuesto, cuándo contactar a un médico.

¿Qué puede causar dificultad para respirar después de comer?

Si siente opresión en el pecho o siente que se está ahogando, puede ser disnea, comúnmente conocida como dificultad para respirar. No se preocupe, no es tan malo a menos que comience a suceder con frecuencia. Esta desagradable situación puede ser causada por una alergia alimentaria, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), hernia de hiato o inhalación de partículas de alimentos. 

• Alergia alimentaria.

Desafortunadamente, las alergias alimentarias no son infrecuentes. Su efecto puede ocurrir inmediatamente después de comer o unas horas después. La dificultad para respirar es uno de los síntomas. Otros incluyen urticaria e hinchazón de los labios y las vías respiratorias, pero esto solo ocurre cuando la reacción alérgica es grave.

Las alergias alimentarias más comunes son los huevos, los mariscos, los productos lácteos, los cacahuetes y los frutos secos. Desafortunadamente, todavía no existe un tratamiento que pueda ayudarlo a desarrollar resistencia. Una vez que haya realizado la prueba para determinar si tiene alergia a los alimentos, simplemente debe evitar este producto.

• Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) también se denomina reflujo ácido, debido a que el ácido del estómago y los alimentos se regurgitan desde el estómago hacia el esófago. Esto sucede cuando el esófago no se cierra correctamente. Puede ocurrir accidentalmente, pero si ocurre más de dos veces por semana, es ERGE. El síntoma principal es la dificultad para respirar, pero también puede experimentar opresión en el pecho o una sensación de ardor en la parte inferior del pecho o en la mitad del abdomen. También son posibles la ronquera, la dificultad para tragar y la tos seca.

Existen varios remedios caseros que pueden ayudarte con este problema. Comer un plátano maduro o mascar chicle sin azúcar son solo parte de ello. Puedes tomar una taza de té de manzanilla. Pero además de estos remedios, necesita cambiar su estilo de vida. Evite comer a altas horas de la noche, fumar, comer frituras y grasas, tomates e intente regular su peso si es necesario.

• Hernia de hiato

Una hernia de hiato es una afección en la que parte del estómago se eleva por encima del diafragma y, por lo tanto, aplasta los pulmones. Los síntomas son similares a los de la ERGE y, por lo tanto, pueden contribuir a la dificultad para respirar después de comer. Algunas de las posibles causas de la hernia de hiato son la obesidad y el tabaquismo. Nuevamente, el alivio de los síntomas se puede lograr cambiando su estilo de vida. Pruebe una dieta baja en carbohidratos que incluya más frutas y verduras. Evite la carne roja, el alcohol y los cigarrillos, por supuesto. Descansar y sentarse erguido también puede ayudar, pero es una solución temporal y no siempre efectiva.

Por lo tanto, si experimenta uno o más de estos síntomas, comuníquese con un médico que pueda decidir mejor si necesita tratamiento o no.

• Inhalación de partículas de alimentos

Cuando come, es posible inhalar pequeñas partículas de comida o líquido. Esto se llama aspiración pulmonar y puede causarle dificultad para respirar temporal. Otros síntomas pueden incluir dolor en el pecho, sibilancias, dificultad para tragar, mal aliento, fiebre, sudoración excesiva o fatiga.

Si sus pulmones están sanos, expulsará estas partículas al toser. De lo contrario, las partículas pueden causar infección dentro de los alvéolos de uno o ambos pulmones. A continuación, debe ponerse en contacto con un médico, ya que corre el riesgo de desarrollar neumonía por aspiración. El tratamiento generalmente incluye antibióticos.

Fuente: Todo para Ellas