El proceso de duelo: Conoce qué es y cuáles son sus fases, según la psicología

Ciudad de México.- Cuando por alguna razón, como la muerte o la separación voluntaria, se pierde a algún familiar, amigo o pareja, la mente y el cuerpo entran en un proceso psicológico que lo trata de conducir a la resignación; a este camino se le llama duelo emocional o duelo.

El dolor por la pérdida se puede experimentar no solo por la muerte, sino cada vez que en la vida se tengan una experiencia de interrupción definitiva de algo, de pérdida, de distancia que no podrá ser cubierta.

La experiencia emocional de enfrentarse a la pérdida, es lo que se llama elaboración del duelo, el cual conduce a la adaptación de esta nueva situación. El duelo se trata de una herida y, por tanto, requiere de un tiempo para su cicatrización.

Leer también: ¿Día pesado? Estas 5 canciones van a subir tu ánimo y energía en cualquier momento

Cabe destacar que es diferente para cada persona y puede manifestar diferentes síntomas emocionales y físicos, como la ansiedad, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza, shock emocional, entre otros.

Es muy importante que se sea consiente de este proceso para que se pueda dar una atención y cuidados emocionales necesarios; solo de esta forma se llegará a la resignación y a la curación. 

En general, se habla de que en el proceso de duelo se distinguen varias fases, aunque esto no significa que en todos los procesos aparezcan todas, ni en un único orden. Las etapas del duelo, según la psicología, son:

• Negación

Las frases características de este momento que se pueden presentar son “No puede ser verdad”, “cómo ha podido ser”, “no es justo”. La negación, generalmente, el primer escalón que se tiene que pisar y que es inevitable. Se trata de un mecanismo de defensa que trata de decirle a la realidad que espere, que todavía no se está preparado para esta situación.

El impacto de esta clase de noticias suele ser tan fuerte que la persona deja de escuchar, de entender, de pensar e incluso de sentir. Hay quien niega la pérdida, pero también hay quien acepta la crudeza de la realidad para negar su dolor.

• Enfado

Lo primero que se debe hacer con el enojo o la rabia, en cualquier situación, es reconocerla y aceptarla para poder externarla. La rabia tiene una razón de ser; es un arma para la supervivencia. Toda la rabia que se queda dentro, que se intenta negar o esconder puede causar grandes molestias o dolores.

En el duelo, la furia sirve para que el humano reconozca su sentir. Se recomienda que se hable de esta con un profesional, si no se sabe cómo sacarla.

También te puede interesar: ¿Estresada por el trabajo? Podría ser una de las consecuencias de la pandemia por coronavirus

• Negociación

Es el momento en el que se fantasea con la idea de revertir la situación; se puede llegar a pactar con quien haga falta, incluso con Dios, prometiendo lo que sea necesario para evitar el dolor. Se buscan formas de hacer que lo inevitable no sea posible.

Esta etapa es breve porque estar pensando todo el día en soluciones es realmente agotador.

• Tristeza

La persona siente tristeza, incertidumbre ante el futuro, vacío y un profundo dolor; algunos pensamientos que acompañan esta etapa son: “La vida es una mierda”, “no seré feliz nunca”, “no encontraré a nadie igual” o “ya no volverá “.

Aunque en este momento se puede pensar que la situación no acabará nunca y que va a durar para siempre, la realidad es que solo desde este punto se puede sanar totalmente. La tristeza, al igual que el enojo tienen algo que compartir.

• Aceptación

En teoría, es el último paso del duelo. Nunca es fácil aceptar que lo que se perdió ya no está y no hay vuelta atrás. Llegar a este punto requiere de un gran trabajo, pues se trata de aceptar que todo proceso emocional deja una enseñanza y que todo es temporal, desde la felicidad hasta el dolor. 

Leer también: The Weeknd y Maluma sorprenden a sus fanáticos con versión remix del hit mundial 'Hawái'

Si estás atravesando por un duelo y no sabes que camino tomar, es recomendable que consultes a un especialista o terapeuta; salir adelante está en tus manos.

Fuente: Julia Pascual Duelo