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¿Por qué sentimos mariposas en el estómago cuando nos enamoramos? Descubre la asombrosa respuesta

Manos con sudor, latidos de corazón agitados y... mariposas en el estómago. Entre los síntomas del amor, este último es el más comúnmente discutido porque su origen intriga. Entonces, ¿cómo explicar esta sensación embriagadora?
miércoles, 6 de septiembre de 2023 · 16:11

Ciudad de México.- Cuando nos enamoramos, se producen muchos cambios en nuestro cuerpo. Entre estos “síntomas” felices se encuentra la sensación embriagadora y casi universal de las mariposas en el vientre. Pero por muy agradable que pueda ser este sentimiento, no es fácil saber su procedencia.

¿Cómo explicar este aleteo en nuestro estómago? ¿Y no sentirlo más indica que el amor ya no es tan fuerte? Este fenómeno ha sido descifrado por la ciencia. En el encuentro amoroso, hay un trastorno hormonal y nuestro cerebro, que es una planta química, enviará mensajes a nuestro sistema digestivo.

Esto se debe a que el cerebro límbico o emocional activa el nervio vago que va del cerebro al intestino. Una región del cerebro llamada red cingulo-opercular y asociada a la motivación puede desencadenar en las primeras etapas de una relación. La sensación de mariposas es en parte tu cuerpo que dice “estoy estresado pero estoy motivado para volver a ver a esa persona”.

  • Un cóctel de hormonas que causa el efecto "gafas rosas"

Además, el encuentro amoroso está relacionado con una sobreproducción de hormonas (dopamina y endorfina), que engendra el "período de las gafas rosas". La naturaleza nos programa para perpetuar la especie y así nos condiciona a ver las cosas de forma positiva. Este estado se mantiene para el amor que dura de tres meses a tres años para rentabilizar a la especie. Después de un momento, las sensaciones se desvanecen.

De hecho, hablamos de tres fases en el amor: la fusión (“borramos todo lo negativo, es el baño de hormonas”), la desfusión (“ya no nos ayudan las gafas rosas”) y la confusión (“no tengo un deseo espontáneo por mi pareja porque la naturaleza ya no nos empuja a reproducirnos”).

  • ¿Las mariposas desaparecen y el amor con ellas?

Pero entonces, cuando los síntomas del amor se desvanecen, ¿significa eso que ya no hay amor? Afortunadamente, no. Después de que los efectos del cóctel de hormonas se han ido, uno decide intelectualmente amar a la persona. Así, a veces logramos condicionar nuestro cerebro a recrear disparos de hormonas.

Por ejemplo, el día de la boda, cuando los novios se ven, la sensación es creada por el cerebro porque la visión de la persona está asociada a la felicidad. Por eso hay que acabar con el mito del deseo espontáneo. La especie humana inventó el amor, nos basamos en valores comunes y no sólo en los impulsos de la naturaleza.

Fuente: Todo para Ellas