Veterinario
Tu perro corre peligro si lo llevas a la playa y hace esto; evita que termine en el veterinario
Este error en la playa podría provocar que tu perro termine en una clínica. Evita que el viaje termine en una mala experiencia; no olvides agudizar la vigilancia hacia tu peludito de cuatro patitasCiudad de México.- El sol brilla, la brisa es ligera, el agua es buena... Qué clima perfecto para ir al mar y llevar a tu perro a la playa, ¿verdad? Siempre que, por supuesto, encuentra una playa donde nuestros amigos animales estén permitidos, podrá correr, jugar, tal vez incluso nadar y el día habrá sido maravilloso para todos. A menos que termine en el veterinario. Esto es lo que le sucedió a un tiktoker y su perro, quienes compartieron su desventura en la red social con el fin de educar mejor a los dueños de perros sobre los posibles peligros de la playa y en especial de la arena.
Este peligro que los dueños de perros ignoran
Una vez en la arena, le lanzas la pelota a tu perro, él te la trae, y así sucesivamente. Entonces no eres consciente de que esto expone a tu perro a un riesgo de impactación de arena. Una impactación es una sobrecarga de alimento del colon que puede provocar un tapón que comprime y bloquea los intestinos del animal. De hecho, al jugar con un objeto lleno de arena, tu perro ingiere granos. Lo mismo si come de la arena. Las impactaciones de arena afectan con mayor frecuencia a los perros jóvenes que tienden a sentir curiosidad por la arena y la ingieren (¡de hecho, al igual que los niños pequeños!)
¿Cómo reconocer y evitar la impactación de arena?
Afortunadamente, el dueño del perro en cuestión se dio cuenta rápidamente de que Ollie tenía un problema y pudo llevarlo al veterinario a tiempo. Los síntomas de la impactación son vómitos, pérdida de apetito, dolor abdominal, estreñimiento o temblores. Pueden ocurrir hasta varios días después de ingerir arena. Si la impactación se detecta a tiempo, rara vez es grave. El perro puede ser tratado con medicamentos o requerirá cirugía en los casos más severos.
Para evitar este tipo de inconvenientes, vigila a tu perro y asegúrate de que no ingiera demasiada arena. Cavar un hoyo, por ejemplo, no es una gran idea. Si le arrojas un juguete, recuerda enjuagarlo regularmente. Tampoco le des comida en la arena y, por último, no le dejes beber agua salada. Además, durante los días de playa, no olvides proteger a tu mascota del calor, para comprobar que no sufra un golpe de calor, y que no se queme las patas al caminar sobre la arena ardiente.
Fuente: Todo para Ellas