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Paso a paso para trasplantar un rosal y los errores más comunes que dañan a tus flores

¿Cuándo y cómo se trasplanta un rosal? ¿Cuáles son los graves errores que hay que evitar en el proceso? ¿Cómo cuidar bien el rosal para tener una floración absolutamente divina? ¡Te lo contamos todo en nuestra guía práctica del jardinero en unos sencillos pasos!
sábado, 12 de agosto de 2023 · 12:30

Ciudad de México.- El trasplante de un rosal puede parecer una tarea fácil a primera vista, pero aún así conlleva una serie de riesgos. Entonces, ¿cuándo trasplantar un rosal? Por lo general, el mejor momento para trasplantar un rosal depende del clima. Sin embargo, lo mejor es trasplantar los rosales durante su período de inactividad para minimizar el estrés, lo que promoverá una replantación exitosa. De hecho, hay dos períodos en los que puedes hacerlo:

1.- Fin de invierno y principios de primavera: Este período a menudo se considera el mejor para el trasplante de rosas. De hecho, el trasplante durante este período, justo antes del inicio del nuevo crecimiento, permite a la planta establecer sus raíces. ¡Hay que hacerlo después de la última helada! Este período suele ocurrir cuando el rosal todavía está latente, sin hojas o con un nuevo crecimiento muy mínimo.

2.- A finales de otoño: El trasplante también se puede realizar a finales de otoño, justo después del período de crecimiento. Esto permite que el rosal establezca sus raíces antes de que llegue el invierno. Asegúrate de trasplantar mucho antes de las primeras heladas para permitir que las raíces se instalen y evitar daños causados por las heladas en invierno.

Por lo tanto, depende de ti elegir el momento del trasplante de rosal. La elección del momento es crucial y si lo haces demasiado pronto, seguro que dañarás la planta y te quedarás sin nada. Entonces asegúrate de hacerlo en el momento adecuado. 

La cuestión de cómo trasplantar un rosal puede resultar... Un poco delicada. Sin embargo, siguiendo la guía, puedes mover con éxito el rosal. Aquí tienes un tutorial paso a paso:

1.- Preparar el trasplante del rosal: Elige un lugar bien soleado, bien drenado y lo suficientemente espacioso como para que el rosal pueda crecer. A continuación, prepara el suelo cavando un agujero ancho y profundo.

2.- Cortar el rosal: Cortar el rosal eliminando los brotes muertos, dañados o débiles y las ramas que se cruzan o se tocan.

3.- Cava: Con la ayuda de la pala, tienes que cavar un círculo alrededor de tu rosal. Pero ten cuidado de no herir las raíces, no caves demasiado cerca de ellas. Cuando hayas terminado, puedes simplemente colocar la pala debajo del terrón de la raíz y levantarla. Como el suelo es húmedo y blando, será bastante sencillo hacerlo.

4.- Transplantación: ¡Estás lista para dar el último paso del proceso! Cava un agujero con la pala en el lugar donde quieras replantar tu rosal. Elige un lugar soleado y asegúrate de que el suelo esté bien drenado. Ahora que tienes el rosal por las raíces, sólo tienes que meterlo en el agujero y empujar la tierra con las manos para llenarlo. ¡Y ya está! ¡Ahora ya sabes cómo tener éxito en el trasplante de un rosal! Pero hablemos de los errores comunes que cometen algunos jardineros durante y después de la operación, para que puedas evitarlos.

Errores

1.- Replantar el rosal en un lugar sombreado. Los rosales necesitan al menos seis horas de sol al día. Replantarlas a la sombra las afectará negativamente.

2.- No tener el suelo ideal para un rosal. Este es un problema bastante común. Muchos de nosotros tenemos suelos arenosos o arcillosos que afectan gravemente al crecimiento del rosal. Sí, puedes poner un poco de tierra bien drenada en el agujero durante el proceso de replantación. Sin embargo, cuando las raíces comienzan a crecer y hundirse en un suelo que no les gusta, inmediatamente frenarán su crecimiento. Asegúrate de que el suelo esté fértil y bien drenado.

3.- Demasiada agua o insuficiente: Las rosas necesitan mucha agua. Pero a veces nos dejamos llevar y regamos demasiado, lo que puede provocar la putrefacción de las raíces y la desaparición de la planta. Tienes que dar unos 11 litros de agua a la semana a tu rosal, ¡pero no de una sola vez! Preferiblemente, regarlo dos veces por semana. 

4.- Sin mantillo. Durante los calurosos días de verano, para contener el agua durante más tiempo, debes pajar tu rosal. Puedes hacerlo con corteza, hojas de hierba secas, compost, paja, etc. Esto también evitará que las malas hierbas crezcan e invadan sus plantas.

Fuente: Todo para Ellas