Café
Si quieres maximizar tu productividad, prueba este sencillo truco revelado por un estudio
Decaimiento del estado de ánimo, preocupaciones profesionales, obligaciones varias y variadas… Que quede claro: realmente no es fácil mantenerse motivada y productiva todos los días del año. Pero un truco bien podría cambiar el juego. Y es accesible para todos.Ciudad de México.- Ya sea para lograr nuestro objetivo profesional, o para ser más proactivos en una de nuestras pasiones... Casi todo el mundo busca un pequeño empujón en la productividad. Si algunos logran encontrarlo a través de la meditación, otros prefieren leer libros de desarrollo personal o escuchar podcasts. Pero un consejo muy sencillo bien podría ser más efectivo que los demás y consiste en dejar de consumir café una semana al mes.
Café: ¿un aliado de la productividad?
Si bien beber café puede tener efectos que aumentan la productividad, su eficacia depende de otro factor predominante: la calidad del sueño. Cuando se duerme mal o poco, la cafeína en ocasiones puede ser contraproducente y crear un fenómeno de ansiedad y cansancio. Por otra parte, en combinación con un sueño satisfactorio, la cafeína puede hacerte más productivo en el trabajo. Sin embargo, cuando se usa para compensar la falta de sueño, en realidad tiene el efecto contrario.
Esto se debe a que el café no estimula directamente nuestro cuerpo, sino que altera su funcionamiento natural. Aunque la cafeína puede aumentar la productividad a corto plazo, el consumo regular de cafeína puede tener un impacto negativo en la productividad a largo plazo. El cuerpo es bueno para regular la energía y la cafeína interrumpe este sistema. Pero, ¿qué hacer con esta observación? Bueno, la respuesta es simple: tome descansos regulares para tomar café. En promedio, sería necesario prescindir de él una semana al mes para ver los efectos en el cuerpo.
El consumo diario de café conduce a un trastorno de captación de adenosina. Producido durante la vigilia, este neurotransmisor inhibe la función cerebral a lo largo del día al acumularse para promover el sueño. Luego, acaba eliminándose durante la noche para volver a iniciar su ciclo al día siguiente. Si al principio estamos llenos de energía, muy alertas y bastante productivos, el cerebro, no tan tonto, empezará a producir más adenosina para permitirnos guiarnos poco a poco hasta el momento de acostarnos. Resultado: tenemos sueño, no estamos muy concentrados y nuestra productividad se ve afectada (normal, estamos agotados).
Un cúmulo que habrá que suplir con el consumo excesivo de café, que no es recomendable para la salud ni garantía de productividad, ya que consumir demasiada cafeína generalmente nos genera ansiedad y nerviosismo. Es precisamente en este momento, cuando la necesidad de cafeína es cada vez más regular, ¡que hay que tomarse un respiro! ¡No un solo día, sino una semana al mes! Porque 7 días es el tiempo para que los receptores de adenosina reviertan el equilibrio y vuelvan a la normalidad. Después de este descanso, el cerebro estará naturalmente más despierto, más alerta, dispuesto, y así será más fácil ser más productivo y proactivo a lo largo del día.