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Estas son las consecuencias de la ausencia de discusiones en una pareja
Las discusiones nos permiten confrontar nuestras ideas opuestas y llegar a una solución comúnCiudad de México.- Según un estudio reciente, las discusiones entre parejas, cuando son repetitivas, son perjudiciales para el organismo. Los científicos observaron que las parejas que evitaban las discusiones complicadas, que por lo tanto se encontraban en tensión sin poder reanudar la comunicación, estaban más debilitadas que aquellas que lograban hablar entre sí.
Sí, pero ¿Cómo argumentar constructivamente? Aquí, algunas pistas.
• Saber hablar sin levantar la voz.
• Escuchar atentamente al otro y tratar de reformular para asegurarse de que hemos entendido lo que quiso decir.
• Sentir que yo misma soy comprendida.
• Siéntete aliviada por la solución encontrada juntos porque toma en cuenta el punto de vista de todos.
¿Qué reglas deben aplicarse para que una disputa sea beneficiosa?
Además de lo que acabo de enumerar, agregaré que no debe haber lugar para el juicio y la crítica. Cualquier acusación o denigración convertiría el conflicto en una discusión. El menor ataque genera en el otro el deseo de defenderse, ya sea atacando o recluyéndose en sí mismo. Y ahí, ya no somos constructivos.
Más allá de arreglar un conflicto, ¿de qué sirve una discusión en una pareja? ¡Sirve para mantener viva a la pareja! Una pareja que no tiene conflicto ahoga inevitablemente a uno u otro de los cónyuges, o incluso a ambos. Si la ausencia de disputa sugiere que la pareja está de acuerdo en todo, en realidad oculta la verdadera personalidad de uno o ambos cónyuges que no se atreven a expresar su desacuerdo. Esto puede explotar después de un tiempo, a través de una crisis existencial a menudo fatal para la pareja. Otro beneficio del conflicto, permite que ambos cónyuges sigan descubriendo a la persona que vive a tu lado y que sigue evolucionando como individuo.
¿Cuál es el riesgo de una pareja que no discute? La pareja se atrofiará, perderá cada vez más creatividad e impulso vital. Nos atrae lo que es diferente a nosotros. Entonces, si damos la impresión de ser iguales, de tener las mismas ideas sobre todo, no habrá más distancia entre los cónyuges, por lo tanto, no habrá más deseo. Es entonces cuando aparece el cansancio. También existe el riesgo de dejar que los malos hábitos tomen el control, sin cuestionar.
Fuente: Todo para Ellas