¿Sufres del síndrome del salvador? Si puedes deshacerte de él; aquí te explicamos cómo lograrlo

Ciudad de México.- La gente ve el altruismo como un rasgo positivo, por lo que es posible que no veas el daño que supone intentar salvar a otros. Excepto que las personas afectadas por el síndrome del salvador viven en un espíritu de sacrificio permanente. 

Por poner algunos ejemplos, es aquella que, en la oficina, suple las deficiencias profesionales de su colega ausente. En el amor es aquel que persiste en curar al hombre/mujer de sus problemas de compromiso . Estos son los que entrenan durante horas a sus amigos involucrados en relaciones románticas tóxicas .

• ¿Qué hay detrás del salvador?

Inconscientemente, los salvadores tienden a acudir a personas que están sufriendo, que necesitan ayuda, ya sea en el amor o en la amistad. Así, esto da lugar a relaciones tóxicas y poco saludables. La persona que sufre el síndrome del salvador quiere que la persona de enfrente esté siempre en una posición donde la necesite. Se vuelve patológico cuando esta necesidad condiciona la relación. Es decir, cuando elegimos al otro porque vemos la posibilidad de salvarlo. Aunque esto signifique a veces provocar la desgracia de los demás manipulándolos, denigrándolos o menospreciándolos para poder salvarlos mejor. 

Por lo tanto, ya no todo es benevolencias. El síndrome del salvador corresponde más a la necesidad de ayudarse a uno mismo que de cuidar a quienes lo rodean. Una necesidad de hacerse indispensable, digno de interés y seguro, más que un verdadero deseo altruista hacia un ser querido.

• El origen del síndrome del salvador

En general, es a la infancia a la que debemos recurrir para comprender el fenómeno del síndrome del salvador. Generalmente se trata de personas que cuando eran pequeños tenían un rol parental con su padre, madre y/o hermano y hermana. Por ejemplo, cuando uno de los padres es alcohólico, el niño puede ponerse en la posición de cuidador. Es un patrón que repetimos incansablemente, a menudo porque nos pusieron en la posición de salvadores demasiado pronto.

También pueden ser personas hipersensibles, que sólo se sienten amadas cuidando a los demás. La imagen que tienen de sí mismos es tan pobre que necesitan que los demás les den una imagen positiva de sí mismos. Excepto que después de un tiempo, los salvadores ya no cuidan en absoluto y pueden volverse agresivos. No saben expresar adecuadamente sus necesidades y están enfadados con los demás.

• Síndrome del salvador: ¿Cómo superarlo?

El primer paso y el más fundamental es tomar conciencia de ello. Pregúntate por qué te estás poniendo en esta posición. Piensa en todo lo que estás perdiendo: tu autoestima, tus aspiraciones, tu energía, tus recursos. Una vez que terminas de ayudar a la otra persona, sales emocional y psicológicamente agotado. Debes entonces hacer un importante trabajo de introspección para encontrar tu lugar y ser amado por lo que eres más que por lo que haces. También puedes pedir ayuda a un profesional.

Fuente: Todo para Ellas