Vida social
¿Quiénes son los vampiros sociales? Descubre cómo reconocer a este tipo de personas
Todos hemos sido vampiros sociales en ocasiones y al menos te has topado con uno de estos en tu vida. Sigue leyendo para que descubras cómo puedes reconocerlos en tu día a día antes de que te agotenCiudad de México.- Probablemente ya hayas conocido a un vampiro social en algún momento de tu vida. Es simple, en cuanto abre la boca, esta persona te agota hasta la médula. Bueno, ten cuidado, probablemente sea un vampiro social. Hazte a un lado, porque es tu presencia la que mejor la nutre. Te lo explicamos.
Los vampiros sociales no tienen nada que ver con los Dráculas que se ven todos los años en Halloween. Estas personas son muy reales y tienen el terrible don de absorber todas las energías de las personas con las que mantienen una relación (amistosa, romántica o lo que sea). Es decir, en una conversación social normal, estos vampiros desviarán toda la atención hacia ellos mismos monopolizando la discusión. No dejan lugar al diálogo.
¿Y de qué están hablando? Sólo de sus problemas. Los vampiros sociales se hacen pasar por víctimas imaginarias y necesitan el apoyo de otros para existir. Todos conocemos a todos estos vampiros, sin necesariamente darnos cuenta. Pero también hemos asumido este papel al menos una vez en la vida .
Lo más frecuente es que los vampiros sociales se hagan pasar perpetuamente por víctimas. Sufren terribles problemas de salud, en su vida amorosa, de amistad, familiar, profesional , financiera… En definitiva, toda su existencia es un calvario perpetuo. Y, naturalmente, en un estallido de humanidad y compasión, la persona de enfrente querrá ayudar a esa persona que tanto sufre.
Instintivamente, los vampiros psíquicos se alimentan de todo lo que su chivo expiatorio puede aportarles a nivel energético y emocional. Se trata entonces de nuestra empatía, nuestra atención, nuestra benevolencia y nuestra generosidad, pero también de nuestra mano de obra. Lo cierto es que todos hemos sido vampiros psíquicos, desde el momento en que nacimos. De hecho, los bebés son los primeros vampiros sociales. Es a medida que crecen que se vuelven independientes y aprenden a poder dar tanto como reciben.
Además, estar en una relación con un vampiro social puede tener consecuencias nocivas para nuestro bienestar. Al absorber toda nuestra atención, los vampiros sociales implícitamente nos piden que los tranquilicemos constantemente y estemos a su servicio. Y esto puede hacer que renunciemos a nuestras propias necesidades. Sin que nos demos cuenta de inmediato. Porque así funcionan las relaciones tóxicas, se van instalando en nuestro día a día poco a poco . Tanto es así que no los vemos hasta que ya es demasiado tarde.
Fuente: Todo para Ellas