Éxito
¿No te alegras por los éxitos de tus conocidos? Descubre si esto te vuelve una mala persona
Alguien te cuenta que le han propuesto matrimonio o que quizás ha conseguido un aumento y tú, en lugar de sentir felicidad por esa persona, sientes un sentimiento desagradable que no quieres aceptar. ¿Es normal? ¿Esto te convierte en mala persona?Ciudad de México.- Cuando nos enfrentamos al éxito de amigos, conocidos o incluso celebridades, nos vemos indiferentes, secretamente celosos, críticos y, a veces, crueles. Uno de tus seres queridos te dice que su novela va a publicarse, que ha obtenido un ascenso extraordinario, que se va a vivir al extranjero y las emociones te embargan. ¿Qué esta pasando? ¿Por qué este éxito, que no nos quita nada, provoca en nosotros sentimientos tan ambivalentes? Hoy aclaramos la cuestión.
- Deseo
Esta es una emoción que resulta muy arcaica. Un sentimiento de deseo mezclado con irritación, que puede incluso, en ciertos casos extremos, desencadenar odio hacia las personas envidiadas. La envidia conlleva una fuerte carga emocional, porque está asociada al placer. Consideremos a dos niños peleándose por un juguete en la guardería. "Es mío", "¡No, mío!" y encontramos este mismo mecanismo donde nos volvemos capaces de destruir al otro y romper este juguete que ya no servirá a nadie. La envidia se reduce a querer poseer algo que no tenemos y que tiene la otra persona.
En la edad adulta, más allá de las rivalidades entre hermanos, envidiamos a los amigos, los amores, la vida profesional, la personalidad, las pasiones y el dinero de cada uno. "Debería estar allí". Todo esto nos ha pasado cuando descubrimos que nuestro ex tiene una nueva pareja, cuando nuestros amigos encuentran trabajo rápidamente después de terminar sus estudios, se casan y/o tienen hijos, cuando un ser querido se desarrolla muy rápidamente profesionalmente.
"Me lo merezco", "Es mío", "No es justo", son todos gritos del corazón que realmente no nos confesamos y que abren el camino al despliegue de la indiferencia, incluso agresividad. Aunque seamos conscientes de que no se trata de un concurso o una competencia, podemos desarrollar muy fácilmente estos sentimientos de amargura e irritabilidad ante el éxito de los demás. Esto es completamente normal y común y de ninguna manera nos convierte en malas personas.
- El sentimiento de fracaso
¿Qué significa tener éxito en la vida? Podemos responder a esta pregunta con estereotipos que afectarán al éxito profesional o familiar o incluso preguntas más existenciales en torno a la noción de felicidad o equilibrio. De todos modos, nos desarrollamos con un ideal en torno a cuál es nuestro éxito y cuando avanzamos en nuestra formación, nuestra profesión, nuestra vida amorosa, podemos afrontar la brecha entre esta vida soñada y esta que es nuestra vida real.
Estar demasiado lejos de este ideal nos devuelve a un sentimiento de fracaso. Vivimos en una sociedad meritocrática, lo que significa que cada uno es responsable de su propio éxito o fracaso. Si trabajas duro y lo haces bien, te lo mereces, pero si trabajas duro y lo haces mal, esa también es tu responsabilidad. ¿Por qué ellos llegaron y yo no? El éxito de los demás pone de relieve lo que pudo haber sido, lo que debería haber sido nuestra vida. La frustración, la tristeza, la pérdida de confianza en uno mismo nos asaltan inconscientemente y, para combatir estos sentimientos, nuestra capacidad de alegrarnos por los demás desaparece. Incluso podemos buscar dañar a la persona.
Fuente: Todo para Ellas